lunes, 12 de octubre de 2009

LUCHAR POR EL DERECHO A VIVIR PUEDE SER ARRIESGADO


Se ha demostrado este sábado. Los voluntarios de Derecho a Vivir, hemos estado en la calle. El compromiso con la sociedad, es una invitación a la ciudadanía a tomar conciencia, y apostar decididamente por la vida. Sí a la vida; sí a la mujer; si al niño o niña que trae en sus entrañas.
El día 25, se cumplía un mes de nuestra primera protesta por los no nacidos. Según la estadística oficial del gobierno, se producen al año 120.000 abortos.
La intención de Derecho a vivir era y es que la sociedad lo sepa. Que intente parar la nueva ley del aborto que prepara el gobierno porque va a suponer más muerte de seres humanos inocentes. Y también recoger tantas firmas, en unas horas, como no nacidos en un año.
Y tenemos que decir, que se han superado con creces, todas las expectativas. Que la gente de la calle, los ciudadanos de a pie, han firmado mayoritariamente, y libremente. Guadalajara y otros pueblos de la provincia, como Molina, respondieron con entusiasmo a la iniciativa de la Asociación. Le presentaremos al gobierno las firmas.
Pero un acto cívico, respetuoso y humano, no ha sido ni entendido, ni valorado, por algunos. En el Ferrol, tres voluntarios y un ciudadano fueron agredidos. De ahí que la doctora Gádor Joya, ha declarado, primero “su solidaridad, afecto y admiración por los voluntarios y personas afectadas”; segundo que : "cuanto más tarde el Gobierno en darse cuenta de la opinión clamorosa de los ciudadanos en contra de la iniciativa de una ley de plazos, peor lo tendrá para salir airoso de su grave error"; y tercero ha pedido a la ministra de Igualdad "una declaración inequívoca de amparo del Gobierno a estos agredidos."La ministra, más que ninguna otra instancia del Estado", añadió, "debe pronunciarse de manera inequívoca y garantizar que las sociedad española puede expresar de manera libre y segura su oposición a la ley del aborto”.
Las personas que actualmente estamos en este mundo, estamos gozando del don de la vida, gracias a que nadie ha atentado contra ese derecho primario y fundamental. Tengamos la edad biológica que tengamos, somos el mismo ser que un día se gestó en el seno de una mujer. No tenemos más derechos por tener más kilos, ni porque hayan pasado más días desde entonces. Tampoco tenemos más derechos por estar sanos, o por estar enfermos.
Si tenemos que repetir salir a decir estas obviedades , y en algún punto del país a alguien le pueden molestar, es que algo no anda bien en nuestra sociedad. Sería mucho desear que nos preguntáramos ¿por qué?.
PUBLICADO en LA TRIBUNA el 1 de mayo de 2009

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