Porque son dos lecciones. La penúltima, ha sido extraordinaria. Tal vez la menos
concurrida, pero la más difundida. Tal vez la menos preparada, pero la más
sincera. La que ha llegado al aula redonda
del mundo y al corazón de la gente. ¡Qué grande! ¡Qué fuerza de luz tiene!
Una
gran lección de profesoras que hicieron en Newtown de escudos humanos ante la
masacre. La directora Hochsprung, la psicóloga Serach y las profesoras Lauren
Rousseau y Victoria Soto, cada una a su
manera lo dieron todo por salvar las vidas de los niños. Frágiles en apariencia, pero ágiles
mentalmente y con la sensibilidad y las
entrañas de madres fuertes hicieron todo
para esconder, ocultar y defender a los niños. Algunas, como Soto, se
inventaron el juego decisivo de
estrategia, que los niños entendieron, guardándose en armarios. Gracias al
juego se salvaron.
Dice el General (R) y miembro den AEME,
Luis Alejandre, que “no hay momento de mayor grandeza en el ser humano
que cuando se ofrece para salvaguardar, generoso, la vida de los otros”. El
sabe de ese valor y de ese honor que no es otro que “El sacrificio”. Por eso, escribía con todo el sentimiento de
su aprecio:” ¡Mi enorme respeto a vuestro sacrificio!”
Enseñar siempre debe ser educar en valores. Siempre comienza en la familia.
Los valores comienzan por la vida. La vida que se da y que vivifica. Se puede perder,
pero se gana para siempre. No la pueden callar nunca las armas, ni los metales
que desgarran las entrañas, de adultos o de niños indefensos. Pese al
sacrificio de sus profesoras, (ver foto de una de las profesoras que salvó a 17 niños) ¡Veinte niños acribillados – cada víctima recibió
más de un disparo- son demasiados! Demasiados para Estados Unidos, que ve como
se repiten con una periodicidad sobrecogedora, acciones de este tipo. Y
demasiados también para el mundo que debe preguntarse también por su
responsabilidad, en las masacres. ¿Es solución que se estén
vendiendo masivamente mochilas de colegio anti balas? Evidentemente, las
mamás les ponen a los niños estas mochilas anti-balas que ya los niños
tendrán puesta incluso cuando juegan...¡Qué insensatez oportunista!
Cualquier forma de violencia es denunciable. Pero hay que ir más allá de la
denuncia, porque han saltado las alarmas. No se trata de defender al negro contra el blanco, al pobre contra el rico, ni
al obrero contra el patrono, o a la mujer contra la violencia machista, ni
siquiera al niño contra el adulto. Defender eso es fácil, es progresista. Pero
no, no es eso.
En el mundo actual, en todos los países, hemos atravesado las fronteras de
lo humano y lo divino. Todos estamos de acuerdo en defender el planeta, todos
estamos de acuerdo en defender la vida. El gran ideario progresista es defender
la vida y mejorar las condiciones de vida de los habitantes de cada país, y de
los ciudadanos del mundo. ¡En teoría!
En la práctica, es otra cosa. Se aprueban
leyes abortistas que permiten la muerte legal y física de millones de inocentes
que están en camino. Se aprueban leyes de eutanasia para acortar la vida de las
personas. Y se fabrican armas “para defenderse”, cuando todos saben que las
armas no dan más seguridad. Las leyes las aprueban los parlamentos, los
políticos que nosotros hemos elegido. ¿Quién defiende a los débiles? ¿Quién
defiende la vida? ¿Quién protesta por esas muertes?
El mayor negocio del mundo, son las armas. En Estados Unidos, con 313
millones de habitantes, hay más de 300
millones de armas en poder de la población. En Estados Unidos y en muchos otros
países, es fácil comprar armas. En el mercado negro –y en el no tan negro de
Interenet- se mueven miles de millones. Y
todos sabemos que las armas se compran para que sirvan de floreros en casa.
Todos sabemos que el progreso es posible, porque ya no hay guerras, y las
contiendas se resuelven sin la eficacia de las armas. No estamos caminando
sobre polvorines de destrucción masiva. Oficialmente, Naciones Unidas, resuelven
amistosamente las contiendas. La Carta de Derechos Humanos ha sido firmada por
la mayoría de naciones. Esos Derechos y las obligaciones que conllevan se
enseñan en la familia y las escuelas. Y lo más importante, son llevados a la
práctica diaria. ¿O no? Si no fuera así, estaríamos propiciando ese negocio de
muerte y destrucción.
La primera lección de las profesoras es, que la vida hay que defenderla
incluso con la propia vida. La segunda lección, que nos han dado tanto los niños
como las profesoras de Newtown es que
las armas matan. No sólo porque estén en manos de locos, sino porque fueron
hechas para eso. ¡Seguro que ustedes piensan que es evidente, que decir eso es
una perogrullada! Pues yo pienso que hay que plantearse de verdad este
tema. Las armas matan, o destruyen vidas, y es una
canallada lo uno y lo otro. Y es una
canallada que se estén enriqueciendo, muchísima gente, y muchísimos gobiernos,
con el negocio de las armas, y con el negocio de la muerte. Posiblemente las mujeres y los niños, estén pagando las
decisiones fáciles, y a todas luces irresponsables que los hombres tomaron hace
años.
Me horroriza que hayan muerto. Me horroriza que las armas estén al alcance
de los desequilibrados o de sus padres o tutores porque las pueden comprar. Y
me parece una hipocresía atajar el problema, pidiendo simplemente un poco de
mayor control, cuando se sabe que 34 estadounidenses mueren diariamente por
causa de las armas. Había control en las
cámaras nazis y se exterminaba a la gente, y en los gulags y en las cárceles de
la muerte. Hay “mayor control” en los Hospitales abortistas, y el negocio del
aborto es el tercero del mundo, (la droga es el segundo) y se exterminan a
miles de seres humanos cada día. Hay que instaurar la cultura de la vida, de
una vez por todas. No se puede vivir matando.
Y digo más. Seguro que mucha gente no sabe, que el mismo día de la masacre
de Newtown, al menos diez niñas murieron y otras dos han resultado
heridas por la explosión de una mina
antipersona en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán,
según la cadena qatarí Al Yazira. Son menos las víctimas, cierto, pero cada
una, no menos importante y con la misma dignidad que las americanas e igual de
inocentes. Esas 10 muertes y esas dos niñas heridas, han costado entre todas, 1,80 euros. ¡Así de barato es
matar! Es lo que cuesta esa mina.
La gente tiene que saber que hay
más de 110 millones de minas, de estas, repartidas en más de 64 países (la
mayoría en África). Cada año más de 26.000 personas mueren o sufren traumáticas
mutilaciones debido a las explosiones de estas armas que no distinguen entre
combatientes y población civil. Afganistán, cuando se fueron los rusos, quedó
sembrado de millones de “regalos”. Se han destruido unas 700.000 minas, pero
aun así, es uno de los países más minados del mundo. Los juguetes tienen su
dosis de muerte por lo menos para 50 años.
Las minas antipersonas o minas antipersonales son un tipo de mina
terrestre. Están diseñadas para incapacitar a sus víctimas o matar. Son
lanzadas arbitrariamente desde aviones o desde lanzadoras sin ningún control
sobre la zona en que caen. Por supuesto no se elaboran mapas de minas. Se utilizan para colapsar los servicios
médicos enemigos, degradar la moral de las tropas, dañar vehículos no
blindados. Pero sobre todo se busca con ellas que hieran gravemente o mutilen, y no tanto que maten, ya que un muerto
no causa tantos problemas (en su país) como un herido. Por eso, sus efectos
más comunes son amputaciones, mutilaciones genitales, lesiones musculares y en
órganos internos, quemaduras etc.
Este regalo macabro, es un negocio
de ida y vuelta. Una mina es fácil de
hacer, barata de construir y se arroja
sin peligro. Con una simple presión destruye o mutila en un radio determinado.
El 90% de sus víctimas es población civil (la mayoría niños jugando o
recogiendo leña). Las mismas empresas constructoras, proporcionan medios para
poder desactivarlas. Ahora bien, desactivar
una de estas minas, puede costar:
hasta 718 euros. Algo asequible evidentemente a todos los niños del mundo. ¡Malditos hipócritas!
Quería desearles paz, porque
suele hacerse en estas fechas. Y lo voy a hacer, pero tan sólo se lo deseo a quienes
no se enriquezcan con la muerte de los niños. ¡Descansen en paz todas las
víctimas! Los niños, todos los niños, en cualquier parte del mundo, siempre y
desde el primer momento, tienen derecho a vivir. También en Belén. También en
Palestina. Y en Siria .Y aquí. Si estás de acuerdo, tú ya tienes la paz. ¡Qué tu Dios te siga
dando todo lo mejor para crecer! A los otros, un poquito de luz, tal vez así encuentren
algún día la paz. ¿Cuándo llegará el día en que
todos podamos ser felices?
PUBLICADO en: EL HERALDO DEL HENARES, 21-12-2012: BLOG LA TANGENTE: http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=15801;
LA ESFERA DIGITAL, BLOG A FAVOR DE LOS VALIENTES, 21-12-2012:http://www.laesferadigital.es/blogs/a-favor-de-los-valientes.html; BITACORA DE BELMONTE, en CiViCa, 28-12-2012: http://revista-utopia.blogspot.com.es/2012/12/heroes-anonimos-impagables-jose-manuel.html; REVISTA UTOIPIA, 22-01-2013: http://revista-utopia.blogspot.com.es/2013/01/la-leccion-mas-noble-y-la-otra-jose.html.
LA ESFERA DIGITAL, BLOG A FAVOR DE LOS VALIENTES, 21-12-2012:http://www.laesferadigital.es/blogs/a-favor-de-los-valientes.html; BITACORA DE BELMONTE, en CiViCa, 28-12-2012: http://revista-utopia.blogspot.com.es/2012/12/heroes-anonimos-impagables-jose-manuel.html; REVISTA UTOIPIA, 22-01-2013: http://revista-utopia.blogspot.com.es/2013/01/la-leccion-mas-noble-y-la-otra-jose.html.