Creía que había utilizado ya toda la fauna en mis escritos. Focas, delfines, perros, gatos, linces y de más animales singulares han ido desfilando por ellos, por una u otra razón. Pero, es verdad, hasta ahora no había hablado de las mariposas. Hace ya algunos años, llevaron a la pantalla la película “la lengua de las mariposas”. Aparte de la lengua, lo que nos suele sorprender de las mariposas es su colorido, y su vuelo fascinante e imprevisible y silencioso. Se nos suele olvidar, por evidente, que tienen vida, que según la vieja canción italiana “la farfalla impazzita”, “ella siempre busca el sol, porque vuela sonriendo a la vida, y ... regresará”.
He vuelto a ver el PowerPoint. Las dos chicas de la mariposa azul, quisieron engañar a un viejo sabio que vivía en la montaña, con una pregunta trampa. Se las ingeniaron para inventar una pregunta que el sabio no pudiera responder, porque era capciosa. Un día una de las chicas cogió una mariposa azul y con ella en sus manos, le explicó a su amiga: la llevaré en mis manos y le preguntaré al sabio si la mariposa esta viva o muerta. Si dice que está muerta, abriré mis manos y saldrá volando. Y si dice que está viva apretaré mis manos y le diré que no ha acertado porque está muerta.
Nerviosas y risueñas, se acercaron al sabio y le dijo la que llevaba en sus manos la mariposa azul:
-¿Tengo en mis manos una mariposa azul. Me puede decir usted si la mariposa azul está viva o está muerta?.
El sabio respondió: “Depende de ti. Está en tus manos”. Hasta aquí el resumen de la historia de las jóvenes.
Hay muchas mariposas azules y muchas jóvenes. También hay muchas situaciones que se prestan a preguntas-trampa. Lo sabio no es responder sí o no. No es por que uno sea más o menos inteligente, o más o menos ridículo. Lo importante es que a la persona que hace la pregunta, responder “sí” o responder “no”, es no ponerla ante su responsabilidad. Incluso te pueden hacer cargar con “su” responsabilidad.
Viene esto a cuento, porque ante situaciones conflictivas y difíciles, las chicas, -jóvenes o no tan jóvenes-, embarazadas, es normal que busquen ayuda, un poco de luz. Tienen un ser maravilloso, y preguntan a su sabio médico, o a su sabia y mejor amiga, si puede abortar o no. Y deben de encontrar todo el apoyo y toda la comprensión y todo el cariño, pero como dijo el sabio: “Depende de ti. Está en tu mano”.
Una cosa es la claridad: “la mariposa siempre busca el sol”. Otra muy distinta es que después de una información clara, de datos, apoyo, alternativas y consecuencias, quien tiene que decidir es ella misma.
La mariposa azul, joven amiga, no eres tu, “está en tu mano”. Que viva o no “depende de ti”.
PUBLICADO en EL HERALDO DEL HENARES el 31-10-09