¿Nada es lo
que parece, aunque sea real? Creo que
más de una vez hemos visto o nos han hecho ver que algo no es lo que
parece, aunque sea real.
¿Todo es casualidad o no hay nada
casual? Entonces, ¿ somos realidad o magia?
¿Somos y viajamos por la vida donde lo
imposible es posible? ¿Por qué tenemos que elegir entre una parte u otra de la
disyuntiva, si no hay que elegir?
https://youtu.be/6gH801rHbs0
De los cuentos se aprende; tienen
magia, cautivan y enseñan la filosofía de la vida. De esa fuente podemos beber todos.
La creadora de cuentos infantiles, en
uno de sus "Cuentos de cacao",
Manuela Fernández, ha escrito el de "Marcos,
el niño que no dejaba de mentir". Sorprende y encanta. Véanlo:
Marcos, con la ayuda de un duende del
bosque, camufla las mentiras con las cosas que sus padres le habían encargado y
va saliendo airoso. Pero la magia del mago que envuelve las mentiras, es una
deuda que cada vez se hace más grande y debe pagar.
La mentira, tiene repercusiones
sociales. Por no llegar las cosas a su
destino, generaron en otros seres,
hambre y frustración. Un día pudo ver la realidad reflejada en el agua
del lago, cuando el duende vino a cobrarle los favores. Sus mentiras tenían un
efecto dominó.
La sabia autora de este cuento, hizo
que el duendecillo encarnara la justa ley del karma, es decir, la energía
trascendente que se genera a partir de los actos de las personas, y busca el
equilibrio.
El duende le propuso a Marcos, trabajar
para compensar a quienes había perjudicado con sus mentiras o acciones
incorrectas. Como se trataba de cosas materiales, con su trabajo, debía
provocar la reacción inversa. Tenía que ganar para compensar lo defraudado y
dejar el dinero en el lugar adecuado para que pudiera llegar a los
destinatarios.
Esa experiencia, no solamente le ayudaría a
descubrir el mal que había causado, y dejar de mentir. Y al darse cuenta,
aprendió que, haciendo el bien era mucho más feliz.
(Me
vienen a la mente algunos puestos de trabajo que podría ocupar brillantemente
la autora del cuento, en nuestra sociedad y... redundarían en beneficio de
todos).
A)
Descubre un mundo real con distintos niveles.
Aprovecho el relato del niño y sus mentiras, para avanzar un poco en esa caja de sorpresas. El
relato sitúa a Marcos, en un mundo real, en un hogar no lejos del pueblo, pero
cercano al bosque. Es un mundo físico que percibimos por los cinco sentidos;
podemos verlo, escucharlo, sentirlo, e incluso probar y oler, lo que describe.
Los padres de Marcos, como los
actuales, están en la rutina del
trabajo. Todo en el relato se percibe gobernado por leyes inmutables de
causa-efecto. Es un mundo predecible.
Pero en el cuento,
además de lo físico, hay algo más.
Se percibe una información e incluso una energía, que no puede percibirse por
los sentidos: los pensamientos, la mentira, el ego, etc., que son reales, pero
carecen de solidez. Ni el niño, ni los lectores pueden descubrirlo por los
sentidos. ¡Hay que saber que los sentidos no son la única fuente de información!
Pueden descubrirse otras cosas que no captan
los sentidos. Por ejemplo, el
duendecillo o el "pepito grillo", la conciencia. No se ve. Es como
una música que sale de algún lugar, como si Marcos estuviera conectado a una
energía, como si le hablara en una FM de una emisora, que está en el aire, y
pudiera escuchar.
La energía de Marcos, está conectada
con todos los demás, y él mismo influye en los demás y los demás influyen en él.
La familia no es una isla. La madre
influye en Marcos y, a través de él influye en los demás y los demás influyen
en su familia. Es verdad que sus
mentiras llegan a hacer que otros no puedan merendar, o cenar. Hay una conexión perceptible, que es
real, aunque negativa.
También se percibe esa energía en el
aspecto positivo, en forma de amor de la madre y el padre sobre las miembros de
la familia. Cuando Marcos decide ponerse a trabajar para devolver a los
convecinos lo que era suyo, su energía, se mezcla con la energía del entorno,
el duendecillo, los troncos, en el agua, en la tensión para dejar el dinero
donde debía estar, y lo logra.
Al conseguirlo, se siente bien, está
feliz y decide que mentir no merece la pena. Es como si la energía de todos se
fusionase con la suya y le diera esa información, o esa gran lección, para
cambiar. Comprueba que al cambiar, su energía llega a todos, y hace felices a
aquellos a quienes les faltaba lo que él debía haberles llevado para el trueque,
y también a su propia familia, que vuelven a hacer planes para mejorar el
bienestar de todos.
¿Es magia? Tiene mucho de mágico, pero
no es un truco. Algunos estudiosos hablan de ámbito cuántico, porque en ese
nivel los sucesos ocurren a la velocidad de la luz y a esa velocidad nuestros
sentidos no pueden procesar lo que influye en nuestra experiencia sensible. No
es que sea mentira. La consciencia lo capta, se mueve y crea un mundo con su
imaginación.
Tal vez no sea muy conocido, pero si
la sensibilidad de la autora puede llevar la imaginación de un niño a descubrir
la belleza de ese mundo maravilloso, ¿por qué no va a ser real y el contrario
sí? A veces se olvida esa otra cara de la filosofía.
Las ideas también son energía e información.
De hecho son ellas las que mueven el mundo. Tal vez somos un poco perezosos en
enseñar estas cosas tanto a niños como a adultos. Quizás tenemos miedo a
descubrir la parte mejor de lo que somos y de lo que existe. Eso implica mirar
al interior, a la esencia, porque no se percibe por los sentidos físicos. Hay que llevar a los niños, jóvenes y adultos
a descubrir otra realidad, aunque no sea tangible.
B) El
mundo virtual, en cada ser humano, opera más allá del espacio y el tiempo.
Al escuchar el cuento, o estar leyéndolo, preguntemos ¿quién escucha?
¿Quién está leyendo? ¿En qué tiempo sucede?
¿Quién da sentido a lo materialmente
escrito...Marcos, el duende, la lección? ¿El espíritu que crea una obra? ¿El
ser inteligente que junta letras, descifra frases, lee correctamente las
oraciones del escrito? ¿Hay una inteligencia potencial; una presencia interna
que puede a la vez leer, pensar, vivir una experiencia, y recordar una lección?
¿Está en ti o fuera de ti? ¿Importa el tiempo o es atemporal?
En este cuento y en todos, se puede llegar
hasta esa frontera de la existencia que es el alma y la consciencia; al nivel no visible donde
todo encuentra sentido. Es el aspecto
fundamental que afecta a nuestras vidas. Para ello tenemos que darnos cuenta de
que no somos los dueños de nuestra mente y que esa falta de control induce a
unas reacciones cuya consecuencia última es la infelicidad. Hay que despertar,
descubrir que tenemos que tomar consciencia de lo que somos para ser dueños de
nuestras vidas.
Es verdad que, de una forma u otra, vivimos
condicionados, por "la loca de la casa" y "los duendes" o "sirenas",
pero se puede salir de esos condicionantes, recobrar la consciencia, ser
libres, dueños y soberanos de nuestro destino, tomar la vida en nuestras manos,
siendo felices e incluso inspirando a los demás y haciéndoles felices. Marcos,
pudo. Se puede. Es, conocerse.
https://youtu.be/t7oROYTgiLc
El
niño acompañado sabe que es inmortal e invulnerable, pero al salir de la cápsula
que tenía en su madre, es lanzado a la convivencia, y puede dañarlo hasta el
ala de una mariposa. Todo el mundo cabe en su mano y en su risa. Hay que
proteger al niño de las alimañas y los depredadores que lo quieren adulto antes
de tiempo. Su infancia es clave. El niño se va haciendo a su ritmo en sociedad.
Va sacando de dentro lo mejor que tiene, como
la araña saca la seda para ir tejiendo la trama de su vida. ¡Hay que escuchar
al niño, dejarlo vivir! Si no lo escuchamos o no tenemos tiempo para estar a su
lado, "es muy posible que no nos digan nunca la verdad".
Los juguetes son un regalo para el niño.
Pero, no todo vale. Lo importante es el niño y el juego. Lo suyo no es saber
ser niño, lo suyo es serlo 24 horas cada día, ajenos a los peligros. Lo suyo es
confiar total. El niño sabe quien le quiere o no, porque lo siente o lo
sufre. Han inventado una película de
"juguetes- cuida-niños". Tal vez los adultos tienen que inventar lo
que ellos no son capaces de hacer.
Sólo el amor protege y crea en los
niños, -estén donde estén-, una coraza protectora. No hay que adaptarla. Se
adapta sola a sus diferentes etapas. El amor protege más que las armas. Sin
amor, cualquiera, incluso un familiar, puede ser un peligro. Las noticias
vienen, de vez en cuando a recordarlo.
Gracias a la vida y a los creadores que
nos la enriquecen de tantas maneras. Manuela, gracias de manera especial, por tu cuento y tu
sensibilidad.
José Manuel Belmonte
PUBLICADO EN
ESPERANDO LA LUZ 27.07-2019
EL HERALDO DEL
HENARES 28-07-2019
CIVICA 31-07-2019