La Transición fue un buen modelo,
pero la pugna de intereses la dejó incompleta. Se cerró en falso; con cesiones
mutuas e importantes, pero sin señalar ni límites ni techos. Tal vez lo daban
por supuestos si se acataba la constitución; o en la urgencia política y social, no merecía la pena hacer hincapié en lo que
pudiera desunir o separar. Pronto se pudo comprobar, que esa debilidad inicial
fue un grave error de los Padres de la Patria. Teníamos una Constitución pero
se había pasado por alto la enseñanza de 1934. Ignorar la historia, es condenar
al pueblo a repetirla. Hoy es una evidencia meridiana. Posiblemente haya que
repetirla, o ir hacia una segunda Transición.
Las veleidades del “café para
todos” nos han conducido materialmente al desastre. Entendiendo por tal, la
ruina moral y económica, una casta política que solo representa a su partido,
pero no al pueblo, un paro insoportable, 2 millones de jóvenes, sin trabajo y
sin estudiar, y lo que es peor, sin esperanza de que las cosas cambien pronto,
y con 1 millón de familias en el umbral de la pobreza y la exclusión. En
términos empresariales: una quiebra.
Sin principios, con dirigentes
mediocres endiosados, apegados a la palabrería y el talante, sin importarles el
bien común y el futuro de todos, rodeados de camarillas de ineptos aplaudidores
paniaguados, permitieron que la historia se cambiara y reescribiera a capricho
y en honor de los terruños y sus reyezuelos. Era el tiempo de las vacas gordas,
y no había que dar cuenta a nadie de los chanchullos y egoísmos. Si algo
transcendía a la opinión pública, ahí estaba el judicial para echar una mano. En
democracia, se diluyeron los tres poderes, y el gobierno y los políticos
pusieron los tres a su servicio. La marca España se puso en almoneda. También
la bandera. Y también la lengua.
Sin saber ni sentir lo que es la
“Patria”, discutiendo y haciendo discutible la “nación”, se quedaron en el aire
con el “estado” hueco, después de haber traspasado sus competencias a las
autonomías. Se debería de haber abierto el debate, autonómico, bien cuando
Ibarreche presentó el Estatuto Vasco, o haberse puesto las cosas en su sitio, y claras
para todos, hace años, cuando la deriva comenzaba a tomar cuerpo con el
Estatuto de Cataluña, que a todas luces no encajaba en la Constitución. Pero entonces, el PSOE jugaba no ser menos
que Mas. Habían pactado con Mas en
Cataluña, y Zapatero había comprometido su crédito, “aprobando lo que viniera
del Parlamento catalán”. A sabiendas de la inconstitucionalidad del Estatut, se
pusieron a dar leña al mono, cuando fue impugnado ante el Constitucional.
El Rey, posiblemente mal
aconsejado, se mantuvo al margen de la polémica, no abrió la boca y lo refrendó
con su firma. Tuvo varias ocasiones para no refrendar con su firma algunas leyes.
Pero lo hizo.
La gestión de los políticos, que
han regido los destinos de Cataluña, los anteriores y los actuales, ha sido
nefasta, interesada, victimista, incluso con episodios muy oscuros
económicamente. Desde el gobierno central se ha dado alas, se ha mirado para
otro lado y se ha gobernado, gracias al dinero y las concesiones, con apoyos recíprocos, pero
interesados, de unos en Madrid y de otros en Barcelona.
La Diada, de este año,
-manipulada y amplificada por los medios, como todos los años- ha sido un punto
de inflexión. Los políticos catalanes, ante la crisis, los recortes, y la
negación a hacer recortes institucionales, en lugar de responsabilizarse,
provocaron la siempre fácil deriva del victimismo para crecerse contra España y
contra el Gobierno de la nación. Los dirigentes catalanes ahora sí,
reclaman más dinero “sin condiciones”, una autonomía fiscal o
pacto fiscal y en definitiva un “estado”. Eso sí, se les conceda o no, seguirán por esos
derroteros. ¡Más claro agua! ¿No es una buena ocasión para el diálogo?
Secesión, ¿por qué no? Estado Federal, ¿por qué no? Lo que no se puede es estar
dentro y fuera, siempre amargados y aprovechándose de la debilidad y del erario
público.
Y el actual Presidente del
Gobierno de España, dice que son “algarabías”. No sé si está dispuesto a tragar
sapos y culebras, pero a la mayoría de los españoles –y no sólo a los votantes
del PP- se les antoja que hay que dejarse de tibiezas. Si ha dimitido
Esperanza, el valor más liberal, más transparente y con más futuro de la
derecha, ha sido porque estaba hasta el moño de cobardes ante los terroristas y
ante las derivas peligrosas. La oposición, en Madrid y en el resto de España,
ha celebrado con cava, su dimisión. ¿Por
qué?
Curiosamente, desde siempre, y
sobre todo desde el histórico 23F, la institución más valorada ha sido la de
las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. Disciplinados, competentes, integradores de
la mujer y de los extranjeros, esforzados siempre han sabido estar. Han acudido
donde se les exigía y acatado las órdenes tanto dentro, como en las misiones
internacionales, con vocación de servicio y total entrega. Esta positiva
valoración se extiende a los territorios nacionalistas, si bien nunca la han
compartido los sectores radicales de las autonomías independentistas o
secesionistas. ¿Por qué?
Rememoro todo esto, por el mensaje
que el Rey ha tenido que mandar a la nación, apelando a la “unidad de
España”. Ha dicho que nos encontramos en
un momento decisivo y que “en las actuales circunstancias, lo peor que podemos
hacer es dividir fuerzas, alentar
disensiones, perseguir quimeras, ahondar heridas”. ¡No le falta razón! Pero
toda esta tensión, no es de ayer. La advertencia, a quien corresponda, llega
tarde. El largo periodo de silencio de la Jefatura del Estado, ha sido, por decirlo con suavidad,
desconcertante. Se han aprobado leyes
políticas y éticas, en las que se esperaba algún pronunciamiento.
Traigo a colación lo dicho, también
y principalmente, porque en mis vacaciones encontré esa leyenda que fotografié
y que encabeza este artículo. Aunque estaba de vacaciones ya me hervía la
sangre de tanta memez política que venimos soportando durante 30 años. Dice
así: “vuestra vida no importa, lo que importa es la vida de España”. Habría que
tenerlo en cuenta, hoy en Madrid, en la Moncloa y el la “embajada catalana” en
la capital.
Y sobre todo lo traigo, porque se
van a cumplir ahora nada menos que 78 años de un acontecimiento ilustrativo,
ejemplarizante. No fue la iniciativa de un gobierno de derechas. No es un
acontecimiento sacado de los libros de
historia manipulados, sino del mismísimo Diario Oficial. Puede ser ilustrativo en el momento actual. Copio
textualmente:
“En Cataluña, el Presidente de la
Generalidad, con olvido de todos los deberes que le impone su cargo, su honor y
su responsabilidad, se ha permitido proclamar el Estat Catalá. Ante esta situación, el Gobierno de la
República ha tomado el acuerdo de proclamar el estado de guerra en todo el país.
Al hacerlo público, el Gobierno declara que ha esperado hasta agotar todos los
medios que la ley pone en sus manos, sin humillación ni quebranto de su
autoridad. En las horas de paz no escatimó transigencia, Declarado el estado de
guerra, aplicará sin debilidad ni crueldad, pero enérgicamente, la ley marcial”
(D.O. Ministerio de la Guerra, Domingo, 7 de octubre de 1934, tomo IV p.51). Está
firmado por Lerroux como Presidente del Consejo de Ministros, en nombre del
Presidente de la República, Niceto Alcalá-Zamora.
Los numerosos portadores de
banderas republicanas y los agitadores de esteladas, incluidos los miembros de
Esquerra Republicana de Cataluña, seguro que conocen estos hechos. Son historia.
Esto ni se enseña oficialmente, ni los amantes de la memoria histórica osan
descubrirlos. Tal vez ellos juegan con la ignorancia de la mayoría del pueblo.
Seguro que nunca en sus reivindicaciones advierten del riesgo de jugar con
fuego. ¡Mejor una rosa que una verdad!
El 11 de septiembre, la Diada, la
fiesta de Cataluña, no se remonta, claro está, a 1934. Se remonta por decisión
Parlamentaria a la caída de Barcelona en manos de las tropas borbónicas al
mando del duque de Berwick durante la guerra de Sucesión en 1714. Este general
consiguió la decisiva victoria de Almansa, hace 300 años. Decisivo para asentar
en el trono francés a Felipe V.
En diversas ocasiones, este
general destaca la excepcional lealtad de los españoles. Creo que es una virtud que se ha mantenido a lo largo de los
siglos. Aunque El Capitán Alatriste, de
Pérez Reverte es un poco anterior, traigo para terminar, sus versos
entrañables:
"Por España; y el que quiera/defenderla honrado
muera;/ y el que traidor la abandone/no tenga quien le perdone,/ ni en tierra
santa cobijo,/ni una cruz en sus despojos,/ni las manos de un buen hijo/para
cerrarle los ojos».
PUBLICADO en La Esfera digital, art.op.Blog A FAVOR DE LOS VALIENTES, 20-09-2012, http://www.laesferadigital.es/blogs/a-favor-de-los-valientes/796-oigo-patria-tu-afliccion-.html; EL HERALDO DEL HENARES, 21-09-2012:Blog LA TANGENTE: http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=14742; BITACORA DE BELMONTE en CiViCa, 27-09-2012: http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/%E2%80%9Coigo-patria-tu-aflicci%C3%B3n%E2%80%A6%E2%80%9D-bernardo-l%C3%B3pez-garc%C3%AD; REVISTA UTOPIA, 06-10-2012:http://revista-utopia.blogspot.com.es/2012/10/oigo-patria-jose-manuel-belmonte.html#more.
No puedo estar mas de acuerdo contigo como lo estaran otros muchos. Vuelves a ser valiente ya que dices o mejor dicho,escribes lo que pensamos la mayoria de los españoles y nos callamos. Son verdades no como una casa sino como un castillo.Pero creo oportuno que hay que recordar lo que ha pasado en estos ultimos ocho años en temas economicos. Nos hace imposible salir de la crisis.Por desgracia y por culpa de estos politicos que tenemos la mayoria de los españoles estamos preocupados. Desconocemos o queremos desconocer la que se nos viene encima. Y claro a ver quien es el guapo que nos quiera despertar de este sueño o mas bien de esta triste realidad. Por cierto desconozco que imagen estaremos dando en Alemania o en Europa pero me figuro que no sera muy buena y con esto, la Justicia,los Eres, y etc. Con toda la honradez del mundo, creo sinceramente que no salimos de esta ni de broma.AG
ResponderEliminarHola,tienes toda la razón,yó tampoco me creo todo lo que circula pero es tanta la desilusión que se tiene que no queremos ningun privilegio para ningun politico . Me encantan tus articulos, esos sí son autenticos.Nieves.
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