sábado, 22 de junio de 2013

La muerte ni es el final… ni la meta (y 3)

          ¿Muere un gusano de seda cuando se transforma en mariposa? ¿Para qué sirve el tiempo? ¿Necesita  el niño reloj? ¿Y una sonrisa y unos brazos? El observador del parque ¿puede llegar a descubrir el corazón de quien pasea?
          Seguro que no. En todo caso, la intención del escritor es interrogar, investigar hasta donde se pueda y, si es posible, sacar una lección. Nunca, cuestionar creencias de nadie, ni apariencias, y menos, sentar cátedra de nada.
          Hecha la aclaración anterior, quiero afirmar igualmente, que mi intención es contar sin cobardía lo que pueda encontrar por experiencia o en los libros.  Lo que diga, o deje que otros digan, puede no ser “políticamente correcto”. Pensar es un deber, polemizar, no. Escalar la montaña de la verdad sí, hasta donde el oxígeno alcance. Aunque haya otra montaña más allá.

          La materia de qué estamos hechos es visible, está claro. Ella nos mete de cabeza en el mundo y en el tiempo. Pero el tiempo son latidos humanos de un ser que ha comenzado su existencia visible en un momento, pero  tiene un alma. El alma que es vida, es anterior al cuerpo en que se encarna.  También es anterior al género, a la raza y a las creencias políticas o religiosas de los padres que aportan los genes. Es anterior como digo, y también, posterior.

          En nuestra sociedad, la dimensión anímica, espiritual del ser humano, se ignora en general o, está devaluada. No se le da la importancia que merece ni en la escuela, ni en la sociedad ni en la familia. Sin embargo, la ignorancia no es buena ni para vivir ni para morir.

          “Comamos y bebamos”  decían y algunos siguen diciendo, como si nunca tuviéramos que morir, como si nada de lo que hacemos tuviera consecuencias futuras, como si la muerte fuera el fin de todo. Pero la muerte no es el fin y eso lo cambia todo. Hay que descubrir la fuente de la dignidad humana.  Cuando se descubre y se acepta “la auténtica naturaleza y el verdadero propósito su vida se irá transformando de forma permanente, y entonces podrá empezar a cambiar el mundo”. www.youtube.com/watch?v=QZQDHZvYMwY

            Cada vez más gentes se sienten atraídas e investigan esa dimensión. De hecho son muchos los escritores  y los investigadores que hablan abiertamente de temas del alma y del más allá. Uno de los más eruditos pensadores, Moshe Chain Luzzatto, en su libro  The Way of God: “Una sola alma puede reencarnarse varias veces en diferentes cuerpos y, de esta manera, rectificar el daño hecho en encarnaciones previas. De modo similar, también  puede alcanzar la perfección que no alcanzó  en encarnaciones anteriores”.
           Raymond  Moody, Kenneth Ring, Elizsabeth KüblerRoss, Melvin Morse,  Peter Weiss y su esposa Barbra Horn,  y otros muchos como Brian Weiss, hablan de la vida que no acaba con la muerte.  Pueden encontrarse algunos libros de las experiencias curativas y humanas de éste célebre psiquiatra estadounidense como: Muchas vidas muchos maestros, Lazos de amor,  Los mensajes de los sabios,  Sólo el amor es real, Espejos del tiempo, Meditación, Muchos cuerpos una misma alma, Los milagros existen. El poder sanador de los recuerdos de vidas anteriores, A través del tiempo, o la web www.brianweiss.com.

            En su libro A través del tiempo  dice: “Entrevistando a pacientes y efectuando regresiones a vidas pasadas, he descubierto que no es raro entre quienes sufren una muerte súbita  y violenta aferrarse al plano terrestre y pasar un tiempo confundidos, como en el limbo. No obstante, a su debido tiempo hallan el camino hacia la maravillosa luz  y la presencia espiritual de un guía o un amor universal; entonces continúan hacia adelante…Significa que continuamos creciendo aún después de la muerte”. Tal vez aún estamos lejos de la meta.

          Hablar del más allá, no sería posible, si no lo contaran personas que han pasado por una experiencia de cuasi-muerte o por una “regresión hipnótica”. Los escépticos y los críticos dirán que entrar en el terreno del alma, o en el más allá es pura fantasía. Pero que un ser vivo actual, de alguna forma, contacte con alguien que le ha precedido, encuentra curación, paz, y nuevo sentido a su vida, es otra cosa bien distinta de la fantasía.

          Impactante, parece la curación por hipnosis, que cuenta Weiss de  Philip, técnico informático, que había perdido a sus hijos, una niña y un varón de 3 y 4 años, por un defecto congénito, del que (él y su mujer) se sentían responsables y llenos de pesar. En trance profundo Philip, “contó que se encontraba en una pradera alpina…De pronto vio que sus hijos se le acercaban, algo mayores en edad. Corrieron hacia él y bailaron a su alrededor, riendo y cantando. Luego se le unieron los padres de Philip, ambos fallecidos, y también su abuelo materno, con quien había mantenido una relación muy estrecha”.

          “Primero los niños, luego los padres y el abuelo, se acercaron  a cogerle las manos. Philip describió  el contacto con sus hijos: lo real de la sensación, y el vigor con que apretaban, lo mucho que habían crecido y lo fuertes que se les veía. Mirándolo a los ojos, todos se comunicaron profundamente con él. Le dijeron que lo amaban. Que no debía preocuparse, porque todo estaba bien, porque ellos estaban bien y eran felices en esa pradera y en esa dimensión. La alegría brillaba en sus ojos y en sus sonrisas… Ello le permitió desprenderse de la culpa, el dolor y la indefensión que le agobiaban desde hacía tantos años.  Obtuvo una comprensión de la inmortalidad del alma… y  su vida cobraría un renovado sentido” (pp 164-165).

          Este tipo de “contactos”, brindan una esperanza de volverse a ver en el futuro. La muerte no es el fin. El alma sigue ahí, como en un principio. Para muchos parece un  axioma que alma y cuerpo comienzan a existir al mismo tiempo, y de forma simultánea. No es verdad. Tampoco que dejen de existir al mismo tiempo. Cuando comenzamos a vivir en este mundo, una parte de nosotros, “el alma” ya existía.

          Se ha venido afirmando, que los padres han escogido al hijo/a para que viva en su familia y perpetuarla. Pero, gracias a las regresiones a las vidas pasadas, o a las progresiones a vidas futuras, suele hablarse de que, el alma escoge ese cuerpo de esos padres para llegar al mundo. Si el alma preexiste, puede ser ella quien escoja a los papás para que la ayuden a crecer a su lado.

          Vistos los lazos de cariño desde esta perspectiva serían incluso más fuertes de lo que imaginábamos ya que no escogen sino son escogidos, o ambas cosas. Y la dignidad y responsabilidad hacia esa nueva criatura también tiene un sentido nuevo. El niño se vincula a los padres desde siempre y para siempre, viva 100 años o muera abortado  en la semana que sea antes de nacer. Puede morir antes o después, pero no deja de existir, ni desaparece. Pasa a existir en un estado nuevo. 
        
          Incluso puede ser que padres e hijos hayan compartido existencia anteriormente. También es posible que se vuelvan a reencontrar. Porque no lo olvidemos: venimos a aprender y crecer. Y ello suele estar en función del trato y del comportamiento con los demás. “Es cierto que nos reencarnamos hasta que aprendamos nuestras lecciones y pasamos al siguiente peldaño”.

          Según las terapias de regresión, podemos haber muerto varias veces y volver a encontrarnos en el camino  del crecimiento y de la perfección. Podemos volver a encontrarnos con esos seres queridos, pero no obligatoriamente en el mismo género, ni en la misma relación familiar que se da en la vida presente. “Padre e hija pueden reencontrarse como amigos, como hermanos o como abuelo y nieto. Pese a todo, las almas continúan reuniéndose una y otra vez... la parte del ser que existe aquí es, con toda probabilidad, sólo un fragmento del espíritu eterno”.

          Evidentemente, cuanto más  profunda y generosamente se viva, más se acercará a la energía, a la paz, a la sabiduría, a la luz especial; más profundamente podrá descubrir nuestra esencia y la esencia de todo: el amor. Por muchos caminos, todos vamos a un mismo sitio, a fundirnos con la Energía,  la Iluminación y el Amor.
          “El amor es la energía más básica y dominante que existe. Es la esencia de nuestro ser y de nuestro universo. El amor es el componente fundamental de la naturaleza que conecta y une a todas las cosas, a todas las personas. El amor es más que un objetivo, más que un combustible, más que un ideal. El amor es nuestra naturaleza- Es nuestra esencia” (p. 14 Los mensajes de los sabios).

          Cada uno puede llenarlo como quiera o prefiera. La realidad no varía. Esa Luz y ese Energía, esa Paz, esa Sabiduría, tienen nombre si se quiere o es innombrable. Acoge a todos, adultos o niños.  Pero los niños que después de verlo vuelven de un estado de casi muerte, siguen siendo más espontáneos.
 
          Llevaron a un niño con 3 años y medio, a una representación religiosa en el cole. Y el niño saltó y dijo “Ese no es Jesús. Yo vi a Jesús cuando me morí. Al explicarse el niño  dijo que había visto un túnel, con “un mundo de luz” en el otro extremo “donde podía correr a saltar con Dios”.
          Niños y adultos, de los que se habla en cientos de miles de experiencias, pierden su miedo a la muerte, muchas veces se curan, y encuentran en este mundo un propósito nuevo que les hace felices. “Apreciar y respetar la belleza y la dignidad innatas en todo el mundo, porque todos somos almas, todos tenemos la misma sustancia”.

          Las religiones todas, son útiles para la humanidad. La compasión que es amor que transforma tiene que llegar a todos, incluso a quien nos hace mal. Cada una a su manera, dispone de un potencial para ayudar a las personas y mejorar el mundo.

          W. Shakespeare dijo que "Sabemos lo que somos, pero no lo que podemos ser". Ya me gustaría que supiéramos siquiera lo que somos. No lo sabemos. Ni en el plano físico ni en el interior. Resulta que ni siquiera sabemos todo sobre el cuerpo humano. Investigadores de la Universidad de Nottingham acaban de descubrir una nueva parte del cuerpo humano de la que nunca antes se había tenido indicios ni en estudios científicos ni en análisis médicos, y la  teníamos ante los ojos. En la misma córnea. La córnea solo tenía hasta ahora 5 capas conocidas. Ya sabemos que hay una más. La Universidad de Navarra hablando de los Descubrimientos más recientes tiene una introducción titulada “El ser humano: ese gran misterio”.

          ¿Puede extrañarnos, entonces,  que sepamos tan poco sobre el alma? Si no sabemos siquiera lo que somos. Lo que podemos ser…lo iremos descubriendo, escuchando el corazón. La ceguera mayor es mental. Alguien que alguna vez estuvo allá y volvió, ha dicho: “jamás he vuelto a sentir el amor, la paz y la divinidad de mi luz. No hay nada comparable en el mundo físico. La echo de menos”.
PUBLICADO EN LA ESFERA DIGITAL, BLOG A FAVOR DE LOS VALIENTES, 22-06-2013: 
http://www.laesferadigital.es/blogs/a-favor-de-los-valientes/912-la-muerte-ni-es-el-final-ni-la-meta-y-3.html;
BITACORA DE BELMONTE EN CiViCa, 23-06-2013 http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/la-muerte-ni-es-el-final%E2%80%A6-ni-la-meta-y-3.EL HERALDO DEL HENARES, BlOG:  LA TANTEGENTE, 28-06-2013: http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=17928.


2 comentarios:

  1. Lo estoy leyendo por 2ª ves , es tanto lo que me impacta tu escrito , que también lo pondré en mi muro por 2ª. ves --Gracias amigo..

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    1. Gracias. Es curioso que el primer comentario llegue del otro lado del mar.
      Es verdad que lo he visto en tu muro y que muchos lo puedan ver también. Mi única intención es despertar a la gente.
      Un abrazo, ya que sin conocernos, somos capaces de coincidir en tantas cosas mientras damos pasos cada día.
      José Manuel

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