Voy a escribir hoy
sobre algo que no he experimentado. Ciertamente estoy en camino, hoy más cerca
que ayer. Pero no tengo miedo ni de hablar, ni de haberme acercado con ello un
poco más a la meta que me espera.
Alguien dijo
que “hemos venido al mundo a pasar un week-end”,(Gala). Tan corto es el
trayecto. Tan corto es el tiempo, es decir, la duración limitada de las cosas,
en este caso de la vida. Pero, la imagen
de un “fin de semana” es menos efímera de lo que decían los antiguos: “un
suspiro”, un simple “parpadeo”.
Me acerco a
un tema tan vital, para aprender lo que se vive, para escuchar lo que dicen y
para desmitificar algo tan natural, porque a muchos les da miedo. Me refiero,
lo habréis adivinado, a la muerte.
No soy más
cobarde o más valiente que nadie, por acercarme a la extraña señora que desde hace no sé cuánto nos anuncia su visita,
sin precisar la fecha. Se sabe que antes o después ella llegará.
Ni tengo prisa alguna, ni el corazón dispuesto. Si alguna vez temí, ya
nada temo. Tan sólo vengo con la mente abierta y la mano tendida, para que no
se esconda ni me asuste si se presenta cuando menos la espere.
Quiero
preguntar para saber. Quiero, si es posible, saber a dónde voy y qué me espera
al salir del túnel, si es que de la oscuridad se sale y cómo y cuándo. ¿Qué
tengo que llevar, si hay algo que se
lleva, o tenemos que ir haciendo el equipaje por adentro? ¿Dónde se saca el
billete si es un viaje? ¿De quien hay que despedirse, si hay que decir adiós,
porque no quiero ser descortés o desconsiderado y puede que luego, con las
prisas, tenga olvidos imperdonables?
Es verdad que
cada día siento que el tren de la vida camina más de prisa, las hojas del
calendario salen volando de forma rapidísima, y no tengo la menor idea si la
locomotora va a estallar o va a dar un frenazo para dejarme en una estación
convencional o en medio del desierto. ¿Cuántas hojas tiene el calendario
asignado? ¿Cuánta cuerda de reloj le queda a los latidos de mi pequeño corazón?
Uno se pasa
la vida estudiando y resulta que cada día sabe menos. Incluso lo esencial se nos
escapa, a pesar de gozar de salud y estar mentalmente en plenas facultades. Se
habla de progreso, de avances científicos, médicos, electrónicos, espaciales, y
si mañana, o dentro de una hora tuviera que partir, no sé integrar toda esa
ciencia y todo ese saber, en mi decisión personal aquí y ahora. Tampoco tengo
claro, por qué vamos posponiendo preguntas tan sencillas e importantes. ¿Por
qué dejamos para mañana, aquello que se envuelve en el misterio, pero nos
concierne de una forma personal e intransferible? Steve Jobs decía que era
bueno pensar cada día en la muerte
porque nos hace auténticos. ”La certeza de la muerte, es la mejor herramienta”.
Ni podemos engañarla ni comprarla con dinero.
Los niños son
especiales. Viven sin saber de horas. Juegan y gozan, ríen y aman “ahora”. Son
la vida, lo mejor de la vida. Tal vez, sin que lo apreciemos, son la
manifestación de la eternidad, y de cómo deberíamos vivir los adultos. No
tienen certeza de nada, improvisan todo y tienen todo lo necesario para ser
felices. Tal vez sea porque acaban de llegar y recuerdan el pasado cercano de
la luz, antes de ponerse en camino.
Quienes hemos
pasado ya esa etapa, los adultos, tenemos algunas nostalgias como esa paz infinita, la chispa
luminosa de sus ojos y la abierta y dulce sonrisa de los niños. Tenemos también
“certezas”, que nos va dejando la experiencia y la edad: el crecimiento, la
lucha, el deterioro físico y, la muerte.
Pero, sobre todo una: lo importante es vivir. Vivir es siempre ahora.
Junto a estas
certezas, uno experimenta el ansia o el anhelo de no desaparecer para siempre,
de no separarse de quien ama, porque eso emocionalmente causa unas veces pena,
otras, dolor. La certeza de morir abre la puerta natural a la esperanza. La
esperanza de que no acabe todo para siempre, de que pueda continuar la vida de
otra manera, como la oruga y la mariposa, como los sueños que van más allá de
la noche hacia la luz. Está la puerta de la esperanza, abierta en lo más hondo
del ser. Por ahí salen las bandadas de palomas, que anidan en el alma, en busca
de la luz.
¿Dónde está la
estación? ¿Dónde la meta? ¿Lo que estoy haciendo hoy me acerca a donde quiero
estar mañana? ¿Vamos o nos llevan, o ambas cosas son ciertas y posibles? “Si hoy fuese el último día de mi vida,
¿querría hacer lo que voy a hacer hoy?, se preguntaba Jobs. Algún día, va
a ser verdad.
Me alegro de
“pensar” y de ir por libre, no ser políticamente correcto, porque hoy me
importa un bledo la “Ley de Autonomía del Paciente”, porque ni soy paciente, ni tengo enfermedad alguna y
estoy en mis cabales (puede que alguno piense lo contrario). Y lo mismo puedo
decir, de la “Ley de la Eutanasia”, de la “Eutanasia asistida”, y de la “Sedación”
de los doctores que justifican los “recortes vitales” por el “dolor”. No tengo
dolor alguno y llevo la tira de años sin tomar una medicina. Por eso, y
mientras pueda, voy a seguir escribiendo al filo de los días y aprendiendo. Así
que, estoy seguro, de que la mía cuando llegue, será normal y será, por eso mismo,
una muerte digna, sin paliativos, como la mayoría.
Tal vez los grandes maestros son los niños y
los seres que a ellos se parecen. Tal vez ellos nos ayuden a reencontrar el
Paraíso. ¡Tendríamos que respetarles y escucharles más! Es posible que, que
como alguien dijo, tengamos que volvernos como niños, si queremos entender algo
y volver a casa.
No sé si hemos crecido demasiado, y tendremos que decir como
el gigante pensador vasco, Unamuno: “Agranda la puerta, Padre/ porque no puedo
pasar; /la hiciste para los niños, /yo he crecido a mi pesar. Si no me agrandas
la puerta, /achícame, por piedad; /vuélveme a la edad bendita/en que vivir es
soñar”.
PUBLICADO EN EL HERALDO DEL HENARES: BLOG LA TANGENTE: 08-06-2013: http://www.elheraldodelhenares.es/pag/noticia.php?cual=17766; BITACORA DE BELMONTE en CiViCa: 11-06-2013: http://www.investigadoresyprofesionales.org/drupal/content/los-pasos-acercan%E2%80%A6-la-meta-1; LA ESFERA DIGITAL, Blog: A FAVOR NDE LOS VALIENTES, 16-06-2013: http://www.laesferadigital.es/blogs/a-favor-de-los-valientes/910-los-pasos-acercan-a-la-meta-1.html.
Gracias amigo .QUE DIOS TE SIGA BENDICIENDO PARA TRANSMITIRNOS TUS ESCRITOS TAN LLENOS DE SABIDURÍA ...CARIÑOS --
ResponderEliminarGracias,amiga.
EliminarAprecio tu amistad, y sabiendo que mis escritos reciben esa aceptación me animan a seguir.
Bendiciones, para ti y tu familia.
José Manuel
hermoso!!!!!
ResponderEliminarGracias Rosa, eres muy amable.
EliminarJosé Manuel
La muerte es el final de la esperanza para unos para otros es el comienzo de la vida, estoy de acuerdo contigo, en que cada día hemos de aportar, no como elniño, sino que la alegría del niño nos ebe impreganr para conseguir lo mejor de noeotros mismos.
ResponderEliminar"Si no os parecéis a uno de estos pqeuños, no entraréis en el reino de los cielos"
Ea. Muy bonito.
EliminarFrank
Gracias Frank por estar ahí. Seguimos en conexión.
EliminarUn abrazo.
José Manuel
Hola Antonio:
EliminarEs verdad que lo mejor de nosotros aparece cuando nos parecemos a los niños. Vamos a no olvidarlo hoy.
Un fuerte abrazo,
José Manuel
HOLA Jose Manuel. Otra magnifica lección la que hoy nos das, llena de esa bondad y de ese don que ademas de tener, nos lo transmites a los demás.
ResponderEliminarDecirte que es sencillamente maravilloso.
Un abrazo
Ángel
¡Precioso! José Manuel Belmonte gracias por hacernos tan cercano este artículo amigo. ¡Dios te bendice!
ResponderEliminarTania Fernández Arellano
Eres muy buena Tania, y muy atenta a lo que desde los distintos lugares, distintas personas vamos haciendo para empujar la vida cada día. ¡Tu eres la primera!
EliminarUn abrazo y ben diciones.
José Manuel
Se que esto es verdad y así lo vives.Pero esto es la punta del iceberg, porque tú eres inmenso creyendo, pensando, amando y dándote.Tienes por nosotros cincelado y te acompaña cada día que "has descubierto que no se puede amar sin dar,que el bien que se hace no se pierde y que lo más valioso es gratis. El futuro te pertenece porque crees en la belleza de tus sueños. Es un privilegio vivir contigo"
ResponderEliminarHola Ángela:
EliminarUna vez más, me sorprendes,y tus palabras me emocionan, y me recuerdan lo que expresásteis en la placa que me regalasteis tú y Javier.
Escribo lo que escribo, por la paz que me dais y la inspiración que vuestra compañía me transmite cada día. El privilegio de vivir y de escribir soy yo quien lo percibe con vosotros.
¿Es suficiente decir gracias? Tal vez mejor decir: ¡¡¡Todo!!!
José Manuel
Jose Manuel,hablas asi,porque eres demasiado joven aún.Se nota que llevas el pelo blanco por simple "chuleria" y que las ideas,ademas de jovenes,las tienes muy claras.Sigue asi deleitandonos con tus articulos por los siglos de los siglos.
ResponderEliminarGracias Domingo.
EliminarLo de joven no lo dudes, es posible que no sea de tu quinta, pero yo he cumplido 22 y me encuentro divinamente.
Me niego a envejecer, mientras me queden fuerzas y se me ocurra alguna idea,las publicaré para los que os mantengáis a la altura de las circunstancias, como tú.
Gracias genio,
Un abrazo,
José Manuel
Hola,es otro de tus artículos excelentes que con tus pensamientos constructivos,frases de sabiduría me ayuda a tener una perspectiva más clara del sentido de la vida,darle más importancia a lo que creemos justo y útil.Como dice Marco Aurelio "No hay que temer a la muerte, sino a no haber empezado nunca a vivir". Saludos
ResponderEliminarGracias Anónimo.
EliminarCreo, gracias a tu cita, saber quien eres y por dónde caminas.
¡Ya me gustaría a mi parecerme un poco a ti, y a tu compromiso con la vida!
Gracias por estar ahí, porque tus palabras demuestran que aunque no siempre escribas lees y estas al corriente, de lo que escribo y de muchas más cosas.
Un fuerte abrazo,
José Manuel
Me ha encantado lo que has escrito José Manuel, qué gran forma de pensar. En mi caso, tengo esa Esperanza de que la vida continúe de otra manera. Un fuerte abrazo y feliz fin de semana amigo.
ResponderEliminarGracias Pepe:
EliminarNo hablamos mucho, pero creo que se nos entiende a los dos lo que decimos. De una forma o de otra, mientras andemos por aquí, compartimos el deseo y la esperanza de que no se termine todo con la muerte.
La vida, también la que tenemos, es eterna. Tendremos que adaptarnos, crecer y pasar de nivel. No es fácil porque no es tangible. Tampoco lo es el amor y es lo más real y lo mueve todo.
Un abrazo y buen fin de semana