lunes, 12 de octubre de 2009

AQUÍ Y AHORA: “NO A LA MATANZA DE INOCENTES”



Como todo el mundo sabe, Benedicto XVI ha viajado por Oriente Próximo. Y allí ha hablado. Como siempre que habla , últimamente, suele ser mal interpretado. Recuérdese la polémica suscitada en el viaje anterior, que ha llegado hasta nuestros representantes políticos.
En este caso la polémica es doble, como vamos a ver.
· Cuentan los periodistas que siguen el viaje, que el Papa, en una homilía pidió a los cristianos que se opongan a quienes “justifican la matanza de vidas inocentes”· Allí mismo defendió la dignidad de las mujeres, “que no siempre es suficientemente comprendida”.”La Iglesia y la sociedad en su conjunto deben tener en cuenta el carisma de la mujer, como portadora de amor y de misericordia y constructora de paz...trasmisora de calor a un mundo que juzga el valor de la persona con criterios fríos de la explotación y del beneficio”

Cuando un líder religioso habla, sus palabras no suelen tener un carácter localista. Se pueden aplicar a cualquier lugar del mundo donde esa realidad exista: me refiero en este caso a la justificación de la matanza de inocentes, o allí donde la dignidad de la mujer esté en entredicho o amenazada. Las palabras se pronunciaron en un país árabe, y ante más de 35.000 personas.
Inmediatamente algunos pensaron que el Papa aludía a los ataques palestinos. Pero éstos pensaron que se refería a los bombardeos israelíes.
Aunque fueran dirigidas a los asistentes a la misa, no se debe olvidar que la discriminación de la mujer, es también muy importante en los países islámicos.
Cada uno, suele arrimar el ascua a su sardina.
¿No podría ser que hablara también para nosotros aquí y ahora?. ¿Es que aquí no hay nadie que justifique la matanza de vidas inocentes?. Me puede explicar si las más de cien mil vidas, de niños no nacidos, ¿no son una matanza?. ¿Y no es mucho mayor – en número- que las de un bombardeo israelí, o un ataque palestino?. No se trata de justificar ni a unos ni a otros. Se trata de que nadie siga indiferente ante la matanza de inocentes, suceda donde suceda, y aquí y ahora con la actual ley del aborto y con la reforma de ésta ley que se quiere aprobar.
Y el Papa dijo, tajantemente que se opongan a esa matanza. Es decir, que se comprometan a acabar con ella. Acabar con la de los palestinos, también a acabar con la de los israelíes, y también con la del aborto, y la de todas las guerras, como la de Sri Lanka.
Y que a la mujer, la traten con la dignidad que se merece, en todo el mundo. No puede ser discriminada y objeto de violencia. La explotación sexual, la ablación, y las innumerables discriminaciones que viene sufriendo, humanas, sociales, políticas, etc., no pueden seguir existiendo. Hay que terminar con ellas.
Si esas dos denuncias de Benedicto XVI son reales, ¿Importa tanto que las haya dicho en Jordania?. Si. Pero no son una venda en los ojos para los que nos encontramos al otro lado del Mediterráneo. Tienen la fuerza de una honda expansiva que alcanza más allá del lugar y la hora concretos en que fueron dichas.

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