Sin pretensión ninguna. Hablemos. Hablemos de valores, ¿por qué no?. La Gran Pirámide Humana, la de los valores, se cae, porque entre todos la hemos puesto patas arriba.
Algo esta pasando cuando el modelo a imitar es el de tener, el de conseguir y no el de ser. Algo está cayendo muy cerca cuando se habla de la juventud que está terminando el curso y el número de cates es tan tremendo que se está buscando acomodo a los suspensos. Acomodo primero bajando el nivel ya de por sí muy bajo, y para que puedan repetir solo las que les quedan; incluso se piensa incentivar con “paga”, a los que tengan la tentación de tirar la toalla, para que no abandonen la “educación”. Se promete “ordenador” gratis total o con una mínima cuota simbólica- en algunas comunidades a chicos que lo menos que necesitan es una posibilidad más de distracción y juego. Algo está pasando cuando todo el mundo -ministerio, comunidades con transferencia, profesores, padres, y hasta jueces de menores- critica la calidad de la enseñanza, y han tenido que decir los jueces que no se puede pasar curso con tanta calabaza. Algo esta pasando cuando el 50% de ésta juventud se emborracha habitualmente.
Algo se está desmoronando cuando se da dinero a los bancos y cajas, que tienen el dinero de todos y no prestan o no pueden prestar, o no quieren, a quien lo necesita. Algo está pasando para que antes, en y después de las campañas electorales, los políticos y sus supuestas –o reales- corrupciones abran los telediarios un día sí y otro también. Algo está cayendo a nuestro lado para que sea noticia de portada el bacanal putipolítico del país que sea. Algo está cayendo muy cerca cuando es noticia y se celebra por todo lo alto, el aniversario del robo de un furgón blindado. Algo esta cayendo cuando afloran aquí en nuestro país, redes de explotación de esclavos, y a un sin papeles que se accidenta en su y trabajo se le deja en la calle y se tira su brazo a la basura. Algo está pasando para que la tele basura se mantenga en la parrilla gracias a las infidelidades, y apareamientos de toda índole, clase, condición, y lujo de detalles.
Algo está pasando para que en un año haya más de cien mil abortos, -o interrupciones de embarazo no deseado-, que es lo mismo. Algo está pasando para que alguien pueda decir que el ser que una mujer lleva en su seno “es un ser vivo pero no un ser humano”. Algo esta pasando para que en un proyecto de ley se pretenda que una niña –menor de edad- pueda abortar sin el apoyo y sin el conocimiento de sus padres.
Algo está pasando y grave, cuando toda una nación asiste atónita a la desaparición de niñas o jóvenes y los agresores o asesinos, salen a la calle al poco tiempo, o se estén burlando de la policía, de los padres y de la sociedad. Algo se está confundiendo cuando en la televisión se vende- y éstas pagan-, la pérdida de la virginidad, el sacar los trapos sucios de familia, del trabajo, del honor y hasta el alma se vende ante los ojos atónitos de los niños.
Algo está pasando para que en 3 años el Tribunal Constitucional no haya dicho ni una palabra sobre los recursos que afectan al interés de todos y que los jueces mismos hayan ido a la huelga, pero los sindicatos estén mudos. Algo está pasando cuando tantos han perdido el trabajo, una gran mayoría de conciudadanos no puede pagar sus hipotecas y muchas familias no tienen para comer y abarrotan los comedores atendidos por organizaciones humanitarias.
¿Nos extraña que haya voces que nos recuerden cada vez más fuerte que la crisis económica, es también una crisis social y moral?. ¿Nos extraña que haya quien piensa que vamos cuesta abajo por el afán desmedido de interés egoísta, de dinero y de lucro?. ¿Nos extraña que proliferen las conductas xenófobas , separatistas, violentas e incluso delictivas?.
Algunos nos recuerdan que hemos perdido los valores occidentales, - los cristianos y los laicos, los quijotescos y hasta los humanos-. ¿Nos extraña?. Si no tenemos claro ni el valor de la vida, ¿por qué vamos a luchar?. ¿Cómo vamos a hablar de “codos”, de “sacrificio, de “solidaridad”, de “amor” o de “excelencia”?. Hemos echado a Dios de nuestra vida y de nuestra sociedad, y se nos cae la humanidad. Algo, parece según esto, que se nos está yendo o se nos ha ido de las manos. Esto no es caer en el “buenismo”, es intentar darse cuenta de que no todo vale. Tal vez sólo sea cuestión de saber lo que está bien y lo que está mal. Parece sencillo, pero no lo es. Nunca es demasiado tarde, si lo comprendemos.
Algo esta pasando cuando el modelo a imitar es el de tener, el de conseguir y no el de ser. Algo está cayendo muy cerca cuando se habla de la juventud que está terminando el curso y el número de cates es tan tremendo que se está buscando acomodo a los suspensos. Acomodo primero bajando el nivel ya de por sí muy bajo, y para que puedan repetir solo las que les quedan; incluso se piensa incentivar con “paga”, a los que tengan la tentación de tirar la toalla, para que no abandonen la “educación”. Se promete “ordenador” gratis total o con una mínima cuota simbólica- en algunas comunidades a chicos que lo menos que necesitan es una posibilidad más de distracción y juego. Algo está pasando cuando todo el mundo -ministerio, comunidades con transferencia, profesores, padres, y hasta jueces de menores- critica la calidad de la enseñanza, y han tenido que decir los jueces que no se puede pasar curso con tanta calabaza. Algo esta pasando cuando el 50% de ésta juventud se emborracha habitualmente.
Algo se está desmoronando cuando se da dinero a los bancos y cajas, que tienen el dinero de todos y no prestan o no pueden prestar, o no quieren, a quien lo necesita. Algo está pasando para que antes, en y después de las campañas electorales, los políticos y sus supuestas –o reales- corrupciones abran los telediarios un día sí y otro también. Algo está cayendo a nuestro lado para que sea noticia de portada el bacanal putipolítico del país que sea. Algo está cayendo muy cerca cuando es noticia y se celebra por todo lo alto, el aniversario del robo de un furgón blindado. Algo esta cayendo cuando afloran aquí en nuestro país, redes de explotación de esclavos, y a un sin papeles que se accidenta en su y trabajo se le deja en la calle y se tira su brazo a la basura. Algo está pasando para que la tele basura se mantenga en la parrilla gracias a las infidelidades, y apareamientos de toda índole, clase, condición, y lujo de detalles.
Algo está pasando para que en un año haya más de cien mil abortos, -o interrupciones de embarazo no deseado-, que es lo mismo. Algo está pasando para que alguien pueda decir que el ser que una mujer lleva en su seno “es un ser vivo pero no un ser humano”. Algo esta pasando para que en un proyecto de ley se pretenda que una niña –menor de edad- pueda abortar sin el apoyo y sin el conocimiento de sus padres.
Algo está pasando y grave, cuando toda una nación asiste atónita a la desaparición de niñas o jóvenes y los agresores o asesinos, salen a la calle al poco tiempo, o se estén burlando de la policía, de los padres y de la sociedad. Algo se está confundiendo cuando en la televisión se vende- y éstas pagan-, la pérdida de la virginidad, el sacar los trapos sucios de familia, del trabajo, del honor y hasta el alma se vende ante los ojos atónitos de los niños.
Algo está pasando para que en 3 años el Tribunal Constitucional no haya dicho ni una palabra sobre los recursos que afectan al interés de todos y que los jueces mismos hayan ido a la huelga, pero los sindicatos estén mudos. Algo está pasando cuando tantos han perdido el trabajo, una gran mayoría de conciudadanos no puede pagar sus hipotecas y muchas familias no tienen para comer y abarrotan los comedores atendidos por organizaciones humanitarias.
¿Nos extraña que haya voces que nos recuerden cada vez más fuerte que la crisis económica, es también una crisis social y moral?. ¿Nos extraña que haya quien piensa que vamos cuesta abajo por el afán desmedido de interés egoísta, de dinero y de lucro?. ¿Nos extraña que proliferen las conductas xenófobas , separatistas, violentas e incluso delictivas?.
Algunos nos recuerdan que hemos perdido los valores occidentales, - los cristianos y los laicos, los quijotescos y hasta los humanos-. ¿Nos extraña?. Si no tenemos claro ni el valor de la vida, ¿por qué vamos a luchar?. ¿Cómo vamos a hablar de “codos”, de “sacrificio, de “solidaridad”, de “amor” o de “excelencia”?. Hemos echado a Dios de nuestra vida y de nuestra sociedad, y se nos cae la humanidad. Algo, parece según esto, que se nos está yendo o se nos ha ido de las manos. Esto no es caer en el “buenismo”, es intentar darse cuenta de que no todo vale. Tal vez sólo sea cuestión de saber lo que está bien y lo que está mal. Parece sencillo, pero no lo es. Nunca es demasiado tarde, si lo comprendemos.
PUBLICADO en NOTICIAS el 22 de junio de 2009 y en EL DIA el 23 de junio de 2009
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