El Gobierno abre un nuevo frente, y lo sabe. Es decir lo hace a conciencia. El ministro de Justicia abre el frente de la coacción y la imposición a los médicos. El Ministro rechaza la creación de un registro de médicos y sanitarios que quieran objetar a la Ley del Aborto por motivos éticos ya que "no cabe la objeción de conciencia". Y no cabe, según él porque en este caso conllevaría “un acto de desobediencia civil”.
Vayamos por partes. La enciclopedia libre Wikipedia dice : “La objeción de conciencia es el rechazo al cumplimiento de determinadas normas jurídicas por ser éstas contrarias a las creencias éticas o religiosas de una persona. Puede plantearse ante cualquier mandato que se derive del ordenamiento jurídico, como normas médicas u obligaciones tributarias”. Y añade “ La objeción de conciencia se define como un derecho subjetivo a resistir(es decir oponerse a) los mandatos de la autoridad cuando contradicen los principios emanados del Derecho natural”. No se trata de que los médicos se opongan a sanar, curar, aliviar una enfermedad. Se trata de que “en el aborto se les obliga a matar a un ser humano”. Y ese ser humano, por humano tiene un “derecho natural” y constitucional a vivir.
Es más, “la libertad ideológica y religiosa, y por lo tanto de conciencia, está reconocida en el art. 16.1, de la Constitución. Es decir, es un derecho subjetivo, pero reconocido constitucionalmente.¡No todo vale!. Habría que cambiar la constitución primero. Como decía Alberto Cortez: “Más allá de cualquier ideología, más allá de lo sabio y lo profano, soy parte del espacio, soy la vida, por el hecho de ser un ser humano” Pero sí es cierto que si se niega el Derecho a la Vida de un ser en el vientre materno, y se “obliga al personal sanitario” a eliminarlo, -en contra de sus principios y del juramento hipocrático, es decir de su ética, se les está obligando o a la “desobediencia civil” o a la emigración. No parece que pueda llegar a tanto el fanatismo ideológico. Hace ya muchos años, en 1866, alguien dijo que “el hombre sabio es útil como hombre y no aceptará ser arcilla modelable” (Henry D. Thoreau). Es el Estado quien tiene que saber lo que quiere. Si con la ley actual, se han producido ya un millón de interrupciones “voluntarias” del embarazo, pero quiere más personal sanitario para que “hagan más interrupciones”, se encontrará en frente un personal muy cualificado, dispuesto a defender su honor, su ética profesional, y su conciencia. Termino con citando al mismo autor:“Soy nacido muy alto para ser convertido en propiedad, para ser segundo en el control o útil servidor e instrumento de ningún Estado soberano del mundo”. Alguien puede llamar a la rebelión de los mejores “desobediencia civil”. Pero tal vez el Constitucional, o alguien con criterio pueda convencer al gobierno, y al partido que lo sustenta, de su empecinamiento ideológico.
Los profesionales de la medicina, tienen sus derechos. Creo que es mejor para todos que se les respete y se les respeten. Hasta ahora la mujer que ha querido abortar lo ha hecho. Un millón de “interrupciones” desde la entrada en vigor de la actual ley, parecen indicar que hay suficiente gente disponible, sin llegar a la “desobediencia civil”. Si el gobierno ha comenzado a escuchar ya algunas personas de este colectivo, debería tenerlas en cuenta. Son voces autorizadas. ANOC, está con ellos.
Vayamos por partes. La enciclopedia libre Wikipedia dice : “La objeción de conciencia es el rechazo al cumplimiento de determinadas normas jurídicas por ser éstas contrarias a las creencias éticas o religiosas de una persona. Puede plantearse ante cualquier mandato que se derive del ordenamiento jurídico, como normas médicas u obligaciones tributarias”. Y añade “ La objeción de conciencia se define como un derecho subjetivo a resistir(es decir oponerse a) los mandatos de la autoridad cuando contradicen los principios emanados del Derecho natural”. No se trata de que los médicos se opongan a sanar, curar, aliviar una enfermedad. Se trata de que “en el aborto se les obliga a matar a un ser humano”. Y ese ser humano, por humano tiene un “derecho natural” y constitucional a vivir.
Es más, “la libertad ideológica y religiosa, y por lo tanto de conciencia, está reconocida en el art. 16.1, de la Constitución. Es decir, es un derecho subjetivo, pero reconocido constitucionalmente.¡No todo vale!. Habría que cambiar la constitución primero. Como decía Alberto Cortez: “Más allá de cualquier ideología, más allá de lo sabio y lo profano, soy parte del espacio, soy la vida, por el hecho de ser un ser humano” Pero sí es cierto que si se niega el Derecho a la Vida de un ser en el vientre materno, y se “obliga al personal sanitario” a eliminarlo, -en contra de sus principios y del juramento hipocrático, es decir de su ética, se les está obligando o a la “desobediencia civil” o a la emigración. No parece que pueda llegar a tanto el fanatismo ideológico. Hace ya muchos años, en 1866, alguien dijo que “el hombre sabio es útil como hombre y no aceptará ser arcilla modelable” (Henry D. Thoreau). Es el Estado quien tiene que saber lo que quiere. Si con la ley actual, se han producido ya un millón de interrupciones “voluntarias” del embarazo, pero quiere más personal sanitario para que “hagan más interrupciones”, se encontrará en frente un personal muy cualificado, dispuesto a defender su honor, su ética profesional, y su conciencia. Termino con citando al mismo autor:“Soy nacido muy alto para ser convertido en propiedad, para ser segundo en el control o útil servidor e instrumento de ningún Estado soberano del mundo”. Alguien puede llamar a la rebelión de los mejores “desobediencia civil”. Pero tal vez el Constitucional, o alguien con criterio pueda convencer al gobierno, y al partido que lo sustenta, de su empecinamiento ideológico.
Los profesionales de la medicina, tienen sus derechos. Creo que es mejor para todos que se les respete y se les respeten. Hasta ahora la mujer que ha querido abortar lo ha hecho. Un millón de “interrupciones” desde la entrada en vigor de la actual ley, parecen indicar que hay suficiente gente disponible, sin llegar a la “desobediencia civil”. Si el gobierno ha comenzado a escuchar ya algunas personas de este colectivo, debería tenerlas en cuenta. Son voces autorizadas. ANOC, está con ellos.
PUBLICADO en EL DIA el 19 de agosto de 2009
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