Sin tiempo para reponerme, del tráfico de perros en China, de los galgos ahorcados después acabar la temporada de caza, llega ahora el gato de Uceda. Me llega la noticia, de que el atigrado felino, al que despellejaron vivo hasta la mitad, unos sicópatas, ha muerto. Ha sucedido aquí al lado.
He recibido éstos días, dos correos para que me solidarice con mi firma y entre todos podamos parar “esta ignominia”. Es sobre la matanza de focas en Canadá: “durante los últimos tres años más de un millón de crías de foca han muerto para quitarles la piel”. Y solicitan la firma para que la Unión Europea, tome cartas en el asunto y que se “elimine TODO tipo de comercio de los productos derivados de la caza comercial de estos mamíferos marinos, una actividad que es inherentemente inhumana”. No sólo es ya la piel. Y me recomienda : “tómate un minuto de tiempo y contribuye a impedir la propagación del horror”.
Otro correo me habla de Dinamarca. Me hablan de las Islas Feroe, territorio danés. Me muestran la matanza de delfines calderones, como una práctica deportiva. “Sin duda la peor bestia en el planeta es el propio ser humano y los daneses para eso se pintan solos”. Por eso, el autor, mostrando el mar ensangrentado dice :“Dinamarca es una vergüenza”.
Asusta la sangre. Espanta el mal trato. Aterroriza la crueldad.
Pero también llega a los niños. Según UNICEF “Cientos de niños y niñas han muerto y muchos más han sufrido heridas y lesiones debido al conflicto en Sri Lanka. Hay miles de niños en peligro debido a la gravísima carencia de alimentos, agua y medicamentos". Es la trágica muerte de inocentes. Trágica y contraria a cualquier código de vida, que se los lleva primero que a los adultos. Se llevan la alegría de seres que comienzan a vivir. Seres llenos de vida, víctimas de una sociedad armada, que los usa a favor o en contra, usando armas que defienden o atacan, según la versión del usuario. Armas siempre cobardes e injustas cuando matan a los niños.
Son terribles e “inhumanas”, la cacería de focas, y delfines, el maltrato a los perros, y el despellejar sádicamente al pobre gato de la urbanización de Guadalajara. Y entiendo las palabras de indignación de la presidenta de Amnistía Animal, Matilde Cubillo: “Hasta que se endurezcan adecuadamente las leyes, de tal manera que la gente no pueda sentirse impune al cometer estos delitos terribles, las cosas no van a cambiar en este país”.
Pero los miles de niños desplazados o muertos por las guerras, también deberían
conmover a los ciudadanos y a los gobernantes. ¿O no?.
Y si a ellos añadimos, en España, los casi 120.000, niños abortados con la firma y autorización de su progenitora, creo que alguien debería poner en marcha un correo para poder hacer algo por ellos. Pues no... aún parecen pocos. Se pretende poder abortar más y más libremente, y con todos los gastos pagados, con el nuevo proyecto de ley. Hay más oposición a que puedan abortar sin avisar a los padres, que al hecho en sí.
Quiero recordar, a quien corresponda, que estas 120.000 criaturas, que mataron antes de nacer, también son animales. Son animales sí, por si alguno solo se conmueve ante la muerte de los animales. No son linces, pero sí son animales o al menos seres vivos. La titular de Igualdad fue preguntada el 19 de mayo, por un oyente en la SER si un feto de trece semanas es un ser vivo. Ella respondió: "Un ser vivo, claro, lo que no podemos hablar es de ser humano porque eso no tienen ninguna base científica".
Como nosotros, además de animales, son seres humanos. ¿Dónde hay que firmar para que les dejen vivir también a ellos?. Pido a los animales, que me incluyan entre sus defensores, y a sus organizaciones también, pero que no excluyan a los niños, sus mejores amigos. "Un ser vivo, claro, lo que no podemos hablar es de ser humano porque eso no tienen ninguna base científica". Lo dijo una mujer, que es en España Ministra de Igualdad. ¿Está claro?.
He recibido éstos días, dos correos para que me solidarice con mi firma y entre todos podamos parar “esta ignominia”. Es sobre la matanza de focas en Canadá: “durante los últimos tres años más de un millón de crías de foca han muerto para quitarles la piel”. Y solicitan la firma para que la Unión Europea, tome cartas en el asunto y que se “elimine TODO tipo de comercio de los productos derivados de la caza comercial de estos mamíferos marinos, una actividad que es inherentemente inhumana”. No sólo es ya la piel. Y me recomienda : “tómate un minuto de tiempo y contribuye a impedir la propagación del horror”.
Otro correo me habla de Dinamarca. Me hablan de las Islas Feroe, territorio danés. Me muestran la matanza de delfines calderones, como una práctica deportiva. “Sin duda la peor bestia en el planeta es el propio ser humano y los daneses para eso se pintan solos”. Por eso, el autor, mostrando el mar ensangrentado dice :“Dinamarca es una vergüenza”.
Asusta la sangre. Espanta el mal trato. Aterroriza la crueldad.
Pero también llega a los niños. Según UNICEF “Cientos de niños y niñas han muerto y muchos más han sufrido heridas y lesiones debido al conflicto en Sri Lanka. Hay miles de niños en peligro debido a la gravísima carencia de alimentos, agua y medicamentos". Es la trágica muerte de inocentes. Trágica y contraria a cualquier código de vida, que se los lleva primero que a los adultos. Se llevan la alegría de seres que comienzan a vivir. Seres llenos de vida, víctimas de una sociedad armada, que los usa a favor o en contra, usando armas que defienden o atacan, según la versión del usuario. Armas siempre cobardes e injustas cuando matan a los niños.
Son terribles e “inhumanas”, la cacería de focas, y delfines, el maltrato a los perros, y el despellejar sádicamente al pobre gato de la urbanización de Guadalajara. Y entiendo las palabras de indignación de la presidenta de Amnistía Animal, Matilde Cubillo: “Hasta que se endurezcan adecuadamente las leyes, de tal manera que la gente no pueda sentirse impune al cometer estos delitos terribles, las cosas no van a cambiar en este país”.
Pero los miles de niños desplazados o muertos por las guerras, también deberían
conmover a los ciudadanos y a los gobernantes. ¿O no?.
Y si a ellos añadimos, en España, los casi 120.000, niños abortados con la firma y autorización de su progenitora, creo que alguien debería poner en marcha un correo para poder hacer algo por ellos. Pues no... aún parecen pocos. Se pretende poder abortar más y más libremente, y con todos los gastos pagados, con el nuevo proyecto de ley. Hay más oposición a que puedan abortar sin avisar a los padres, que al hecho en sí.
Quiero recordar, a quien corresponda, que estas 120.000 criaturas, que mataron antes de nacer, también son animales. Son animales sí, por si alguno solo se conmueve ante la muerte de los animales. No son linces, pero sí son animales o al menos seres vivos. La titular de Igualdad fue preguntada el 19 de mayo, por un oyente en la SER si un feto de trece semanas es un ser vivo. Ella respondió: "Un ser vivo, claro, lo que no podemos hablar es de ser humano porque eso no tienen ninguna base científica".
Como nosotros, además de animales, son seres humanos. ¿Dónde hay que firmar para que les dejen vivir también a ellos?. Pido a los animales, que me incluyan entre sus defensores, y a sus organizaciones también, pero que no excluyan a los niños, sus mejores amigos. "Un ser vivo, claro, lo que no podemos hablar es de ser humano porque eso no tienen ninguna base científica". Lo dijo una mujer, que es en España Ministra de Igualdad. ¿Está claro?.
PUBLICADO en GUADAQUE? el 20 de mayo de 2009, en NUEVA ALCARRIA el 23 de mayo de 2009 y en EL DIA el 25 de mayo de 2009
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