lunes, 12 de octubre de 2009

OTRA LECCIÓN DEL PROFESOR NEIRA



El profesor Jesús Neira, que en su día por defender a una mujer que estaba siendo maltratada, se ha tenido que pasar 8 meses en el hospital, y estuvo a punto de morir.
El miércoles día 6 de mayo, ha recibido, en la sede del Ministerio de Igualdad la Gran Cruz del Mérito Civil, unas semanas después de recibir el alta hospitalaria. Galardón merecidísimo, que le había sido otorgado por el Consejo de Ministros el 29 de agosto de 2008.
La Ministra ha resaltado que “Neira es un símbolo de defensa colectiva frente a la violencia contra las mujeres”. Y que el acto de valentía del galardonado “es un referente para los que tienen la tentación de mirar hacia otro lado”.
Tanto el galardón como las palabras de la Ministra son de justicia y reflejan la admiración y el cariño de la mayoría de la sociedad española, que desde que tuvo conocimiento de su acto de valor ha estado con él y su mujer animándole a superar, primero el coma, y luego la larga convalecencia.
Pero resulta que el querido profesor allí mismo ha vuelto a dar otra lección magistral. La primera la dio con hechos, es la lección que nunca se olvida. Pero esta, también en el aula magna de la vida, entronca con la anterior:: “la sociedad española es silente ante el maltrato. Parece de buen gusto guardar silencio”. No nos podemos seguir callando ante el mal trato. Y puede haber maltrato físico o psicológico. Lo dice con la autoridad a quien la defensa de la mujer maltratada, le ha costado muy caro, y hasta pudo costarle la vida.
Dice que es la hora de los valientes y no de los cobardes.: “aunque parece que se va rompiendo la mecánica de guardar silencio, no nos podemos meter debajo de la cama. Hay que romper la sociedad silente”.
Resumiendo sus lecciones son “denunciar” y “actuar” ante casos de violencia, o como él “actuar” y “no callarse”; “no meterse debajo de la cama”. El profesor, es claro, contundente y coherente. Pero, con ser justas, las palabras de la Ministra, me producen cierta perplejidad. La lección del profesor, en sus actos y en sus palabras, son coherentes y lógicas. Pero no encuentro ni la misma claridad, ni la misma coherencia lógica en la Ministra Aido.
Otro gran hombre, que murió asesinado, denunció también el peor silencio : Martin Luther King decía "Nuestra generación no se habrá lamentado tanto de los crímenes de los perversos, como del estremecedor silencio de los bondadosos”.
Digo esto, porque violencia es el aborto. Dar muerte a un ser humano indefenso es a todos los efectos un asesinato. Se trate de un varón o de una niña, en nada cambia el hecho. Y la Ministra promueve una ley que permita el aborto hasta la semana que finalmente se determine (¿por el grupo de expertos o por el Parlamento?). Decir que el aborto es simplemente la libre interrupción del embarazo es marear la perdiz. Y el aborto es violencia y sufrimiento contra la mujer. Se hace mucho hincapié en que no se penalice a la mujer que aborta. Pero no dándole la información adecuada, no apoyándola humana, psicológica y económicamente, se la está violentando con toda la bondad y talante. El síndrome post-aborto es inimaginable. La niña mujer de 16 años
Ni la Ministra ni ningún parlamentario va a provocar directamente esa muerte al feto, y ese sufrimiento a la madre. Lo tendrá que hacer el médico. Y para que no vaya a la cárcel, el proyecto de ley se apresura a poner a la sociedad la venda jurídica. Dice Neira “que parece de buen gusto guardar silencio”. Ellos guardarán silencio.
Pero argumenta un médico, E. Jaureguizar:” Si los políticos proponen leyes para eliminar niños no deseados, los legisladores aprueban leyes inconstitucionales, y los médicos matan a sus pacientes... ¿Hasta dónde estamos dispuestos a llegar? “.¿Seguiremos silentes? .

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