sábado, 10 de octubre de 2009

LA PATITA



En el famoso cuento de “el lobo y los cabritillos”, la clave está en la patita. En mostrar la patita, una y otra vez por debajo de la puerta. ¿Lo recuerdan?. Reconocer que esa patita es la del lobo y no la de su madre, es la garantía para no abrir la puerta y seguir vivo.
Por diversas razones, el cuento se repite actualmente ante los ojos atónitos de la gente normal. Se enseña la patita cuando se intenta pasar en forma de ley la muerte solapada.
Una patita: “Esta ley (del aborto) es un progreso de la libertad, porque es un derecho de la mujer a hacer lo que quiera con su cuerpo sin que se la criminalices, y tampoco a los médicos abortistas”.
Pues hay algún “cabritillo” que alerta a sus hermanos: ¡cuidado, ni eso es libertad, ni la mujer tiene derecho sobre la vida de su hijo!. Y otros cabritillos ( hoy los fiscales) prosiguen: ¡ cuidado, esa ley que asoma es inconstitucional!. ”La interrupción del embarazo libremente hasta las 14 semanas no es aceptable jurídicamente”, es utilizarlo como una medida más de planificación.
Otra patita: “No tengáis miedo, el Estado y la Constitución velan por los derechos de la mujer, y de los médicos. Ninguna norma moral puede basarse en algo más que en la Constitución”.
Pero un cabritillo avispado señala: ¡Cuidado... la Constitución no es ningún código ético, sino un conjunto de reglas de obligado cumplimiento, que tanto obligan al gobierno como a los ciudadanos!. A todos, no sólo a las mujeres. ¡El estado no es el dueño de la vida, sino que está obligado a garantizarla!. “Solamente cuando el Estado está dispuesto a proteger al ser humano desde antes de su nacimiento, es cuando merece el nombre de Estado constitucional”.(C.E.A 1971). ¡Ojo con la especialidad de la neonatotanatología, especialistas en dar muerte a los no nacidos!.
Otra patita: La Iglesia católica y los sectores reaccionarios, cuando dejan el ámbito privado se comportan como fundamentalistas. Es el Estado quien tiene que velar por ámbito público y por que se cumplan los deseos de una chica (aunque sea menor) que desea abortar.
Pero algunos cabritillos reconocen que la Iglesia y las asociaciones particulares, al salir del campo privado, mientras no vulneren la legalidad, están en su derecho para hablar, para denunciar y hasta tienen el deber de instruir y alertar a sus conciudadanos. Es más, en el caso de las menores, lo más oportuno sería que los padres sean informados, y su opinión sea tenida en cuenta para la toma de decisiones que afecten a la menor.
Otra patita: Ya se ha presentado en un parlamento español el “proyecto de ley de derechos y garantías de la dignidad de la persona en el proceso de muerte”.
Ya han surgido cabritillos diciendo que es la otra cara, del supuesto derecho del Estado a la vida. Es la eutanasia. No se trata de intentar evitar el sufrimiento a los demás. Existen, y hay especialistas en Cuidados Paliativos. Otra cosa distinta es acortar la vida al final de la misma. Esta especialidad es la de los tanatólogos. Hay terminales mediáticos que ya se han hecho eco, hablando por ejemplo de “la muerte digna de una vida digna”(El País Semanal, 7 de junio). ¿Fue verdad? (ver 21 de junio). No importa. Algo queda. Cuando se termine con el tema del aborto se seguirá por esta vía. De todos modos se ve asomar un poquito la patita, o la oreja si prefieren.
La amenaza del lobo era cierta. El cuento puede no serlo tanto, es decir no ser tanto cuento, o fábula. La clave la tiene el cabritillo que se ocultó en el reloj. ¡El tiempo es vida para los que aún no han nacido, para los que van a morir y para los que tenemos el reloj extraviado por los sueños. Estar atentos, y dormir vigilando. ¿No hubo alguna vez virgenes necias?.
(PUBLICADO EN: La Nueva Alcarria el 29 junio 2009 y en El Día 1 de julio 2009)

No hay comentarios:

Publicar un comentario