Para no ir a la manifestación –una opción respetable- no había que hacer nada. Para ir, además de estar convencido y querer, había que encontrar la forma de llegar, o encontrar una persona o una organización que se moviera y canalizara. Algo que parece fácil a los que tenemos buena comunicación con Madrid, a menos de una hora.
El mérito mayor es, pues, para quienes viven alejados, por ejemplo los molineses. Llevaron a la manifestación del 17 O, su voluntad de hierro, su entusiasmo y su alegría. También sus pancartas. También su voz y su apoyo a la vida y a la mujer.
En cada persona, en cada familia y en cada grupo que llegó a Madrid hay una vida y muchas historias. El AUTOBUS de Molina, no es uno más. Pienso que es bueno que todos conozcamos algo que no pueden decir las imágenes o las fotos de esa jornada.
El viaje de Molina tiene alma. Alma de mujer. Se habían colgado carteles en diversos lugares. Pero fue una mujer quien abrió una lista en una peluquería, para ir a Madrid. ¡Cualquier lugar es bueno si se quiere!. Allí se fueron apuntando, y se corrió la voz. De allí nació ese viaje.
Esta mujer-coraje, es la Delegada de Derecho a Vivir. Es la persona que desde el mes de marzo, viene convocando una manifestación cada día 25 en su localidad. Consciente de las temperaturas extremas han confeccionado, bufandas rojas con el corazón blanco. Se las han ingeniado para hacer voluntarios, hablar del tema del aborto, y procurar información a jóvenes y mayores.
Esta mujer valiente se atrevió a mandar una carta a la prensa contra el proyecto de Ley del gobierno. Su carta apareció en un diario de Guadalajara. En ella pedía a la población que despertara: “¿Qué estamos haciendo?. Estamos ANESTESIADOS. Pidamos que nos digan la verdad, que a sus hijos los va a matar quien debería salvarlos y que les digan cómo los matan”.
Ella escribía: “alegan para abortar la malformación del feto, el peligro de la madre y las necesidades económicas”. Pero ella, madre de 8 hijos dice su experiencia: “Puedo asegurarles que los seres humanos nos equivocamos con facilidad. Los médicos también se equivocan. Ante embarazos difíciles, con fiebres altas, me aseguraban que lo menos que podía pasar era tener un hijo con síndrome de Down...y que yo podría morir. Gracias a Dios ninguna de las dos previsiones se cumplieron, y si les hubiera hecho caso mis hijos no estarían en el mundo”.
Como muchas mujeres ha padecido algún aborto espontáneo. Ha sufrido el síndrome postaborto. “Es algo que lo llevas tu sola, que nadie entiende. Yo he llegado a soñar muchas noches con mis hijos que no llegaron a nacer”.
Si no es suficiente la experiencia y el coraje de esta mujer, tengo que añadir que porque los humanos nos equivocamos, y los médicos también, sin haber tenido nunca problema de vista, desde hace unos años es totalmente ciega. Ha tenido que aprender el braile, y ahora se maneja para leer, y para escribir en el ordenador, con éste sistema. Si la informática para una persona mayor es “difícil”, pueden imaginar para un ciego adulto.
Pues esta mujer-coraje, no solo organizó el viaje, sino que se presentó en Madrid. En Madrid caminaba del brazo de su hija. Pero escuchaba los comentarios, la música y la alegría que reinaba. Incluso en un momento, sin querer se cogió al brazo de una chica. La chica comprendió que estaba ciega y la acompañó hasta que su hija se dio cuenta. ¡Ya se habían hecho amigas!. Se dieron un fuerte abrazo y mil besos. La chica-lazarillo le dijo que se llamaba Puri. -“Pues yo me llamo Pilar y soy de Molina de Aragón. Gracias a ti y a todo lo que estoy siendo, merece la pena haber venido”.
PUBLICADO en EL HERALDO DEL HENARES el 22-10-09
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ResponderEliminarHe dado un paseo rápido por tu blog y me ha encantado; y puede hacer mucho bien. Enhorabuena. Lo seguiré consultando. Como conozco a Pilar Hurtado, comparto contigo la calificación que le das de "mujer coraje". Un saludo. Emi
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