El sistema electoral y la Ley Electoral vigente actualmente en España es discutible pero no interesa discutirla y cambiarla. Es discriminatoria, por activa y por pasiva, pero nada se hace para que no lo sea. No es verdad el principio democrático de un hombre un voto. O sí, pero no. Mientras no se cambie el principio de proporcionalidad, un voto valdrá más o menos, dependiendo de la parte de España en que se emita. Dicho de otro modo depende de la Comunidad en que ese voto llegue a la urna, o a quien se da el voto
Esta ley afecta al ciudadano muchas veces. Primero no elegimos en todo el territorio en igualdad de condiciones. Por ejemplo, un voto en Burgos vale un voto. En el pueblo de al lado, saltando a la Comunidad Vasca vale 6 veces más, y lo mismo en Aragón y en Cataluña. Segundo, tampoco los representantes del pueblo son/han sido elegidos en igualdad de condiciones. Un partido que se presenta en España, como IU (963.000) obtiene 2 escaños, mientras que CIU con (774.000) obtiene 11; y el partido Upyd,(303.535 votos) alcanza 1 diputado, mientras que el PNV incluso con menos (303.246) votos tiene 6. Pero también aquí, en mi barrio. Si mi vecino vota nacionalista y yo no, su voto vale por 6. ¿Es eso igualdad?. No gobiernan España, pero casi. Nos tienen cogidos por la cartera.
Esta ley afecta al ciudadano muchas veces. Primero no elegimos en todo el territorio en igualdad de condiciones. Por ejemplo, un voto en Burgos vale un voto. En el pueblo de al lado, saltando a la Comunidad Vasca vale 6 veces más, y lo mismo en Aragón y en Cataluña. Segundo, tampoco los representantes del pueblo son/han sido elegidos en igualdad de condiciones. Un partido que se presenta en España, como IU (963.000) obtiene 2 escaños, mientras que CIU con (774.000) obtiene 11; y el partido Upyd,(303.535 votos) alcanza 1 diputado, mientras que el PNV incluso con menos (303.246) votos tiene 6. Pero también aquí, en mi barrio. Si mi vecino vota nacionalista y yo no, su voto vale por 6. ¿Es eso igualdad?. No gobiernan España, pero casi. Nos tienen cogidos por la cartera.
Si al partido que sustenta un Ministerio de Igualdad le interesase algo el ministerio y la igualdad, debería intentar cambiar la ley, porque no hay igualdad que valga, si mi voto no vale lo mismo que el de mi vecino. Nada habría más igualitario que garantizar que todos los ciudadanos seamos iguales ante la ley.
Y las consecuencias de esta Ley injusta, las sufrimos los ciudadanos en muchas ocasiones y de diversas maneras a lo largo de las legislaturas. Comprando y vendiendo, con dinero ajeno los votos de estas minorías, resulta que 11 millones y medio de votantes van a imponerse sobre la voluntad de casi 13 millones del resto de votantes. Así se van a aprobar unos Presupuestos Generales, que a la mayoría de los partidos les parecen discutibles y mejorables. Y resulta además, que antes de empezar a exponerlos la Ministra de Economía ya están aprobados. El montante de esos dos votos de Coalición Canaria cuestan una suma muy elevada de millones de euros, y los votos vascos el blindaje de su Concierto. Todo a costa de los otros votantes y de las otras comunidades.Así vamos a seguir siendo más desiguales. Con un gobierno en minoría, con esta Ley Electoral, los ciudadanos no nacionalistas perdemos mucho y muchas veces.
Pero no sólo económicamente. Dentro de pocos días se empezará a debatir el Proyecto Estrella del Gobierno y de la Ministra de Igualdad: La nueva Ley del aborto. Para sacarla adelante necesitarán otros siete votos. Seguro que nos costarán más millones y más vidas. La rebelión cívica del día 17 de Octubre, llenando las calles de Madrid- impresionante y multitudinaria-, no ha recibido más que un desprecio por parte de la joven Ministra de Igualdad.
Al menos, en el tema tan delicado y tan contestado del aborto, los parlamentarios deberían reclamar la libertad de voto. Incluso el que fuera secreto. La ley del aborto pone a prueba las convicciones íntimas de la persona, que son anteriores y están por encima de la ideología. La conciencia de cada uno no puede ser sustituida por la disciplina de partido. Todos los partidos deberían anticiparse a dar libertad a los componentes de su grupo, antes de que los que tengan un poquito de dignidad se la reclamen. “Una vida cuenta”. También en el Parlamento. Un voto puede ser una vida.
Pero como decía nuestro valiente periodista Pérez Henares, en un vibrante artículo titulado “El aborto de la insensata Aido” (NA , 20-10-09):”Y ahora a callar tocan. Porque callarán y votarán todos. Porque ahora la cobardía y la traición a los principios y a las ideas se les llama disciplina de partido”.
Espero y deseo que no sea así, salvo que carezcan de dignidad. En cuyo caso el ciudadano debe tomar nota para saber con quien se la juega.
PUBLICADO en EL HERALDO DEL HENARES el 26-10-09; EL DIA 31-10-09
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