Es bien sabido que los humoristas de siempre tienen el ingenio de resumir en dos palabras todos los periódicos del día. Si son humoristas gráficos, pueden resumir en una viñeta todos los discursos políticos de la jornada. Y si quieren pulsar lo que piensa el pueblo llano sobre un tema importante y actual, les basta añadir unas palabras en su imagen.
Son impagables. Presentan como nadie el latido y el sentir de la calle ante la realidad de cada día.
Voy a tratar de hacer justamente el camino inverso al de uno de los humoristas actuales. Voy a tratar de comentar simplemente una viñeta de uno de los humoristas de La Razón del día 6 de mayo de 2009.
El humorista Esteban pinta a un médico auscultando a una embarazada, con el estetoscopio sobre su vientre. El médico tiene abierto ante ella el Borrador de la Ley del Aborto. Le dice a la mujer: “El niño esta bien” “Ahora sus constantes vitales están en trámite parlamentario”.
Esa es la realidad actual, ni más ni menos. El gobierno ha aprobado enviar al parlamento el tema del que tanto se ha hablado y se hablará: el borrador del aborto. El aborto, que ahora se enmarca dentro de un proyecto global sobre derechos y salud sexual y reproductiva, ha sido envido al parlamento.
Mientras unos y otros se enzarzan y se tiran los trastos a la cabeza, acusándose de oportunismo, de lanzar cortinas de humo, de dividir, y de otras lindezas por el estilo, la vida de un feto en el seno materno sigue latiendo, ajena a la política. “El niño está bien”.
Sin comerlo ni beberlo, esa vida, ese “nasciturus” es el caballo de batalla. Las plataformas por el Derecho a Vivir y las feministas en general “nosotras decidimos.org “ , afilan sus argumentos. Las jóvenes a las que se les permite abortar sin consentimiento y conocimiento de sus padres, y éstos mismos padres, que reclaman sus derechos no están muy de acuerdo con la propuesta gubernamental. ¿Puede ser el aborto el último anticonceptivo?.
Este anteproyecto de ley da vía libre para poder abortar libremente hasta la semana 14, y en caso de alguna malformación hasta la 22. Para periodos posteriores, habría que escuchar los dictámenes de un consejo médico. Vida sólo a plazos.
Diga lo que diga la calle, el Parlamento es quien, en democracia tiene la última palabra. “ Ahora sus constantes vitales están en trámite parlamentario”, dice con razón el médico de la viñeta.
Independiente del trámite parlamentario, que se pretendía de urgencias, se ha insinuado una vía aún más lenta: interponer recurso ante el Constitucional. Si en 1985 El Tribunal Constitucional fallaba que el nasciturus es una vida independiente que debe ser protegida, y que el aborto sólo se admitiría de forma excepcional, podíamos estar ante una ley inconstitucional.
Pero sabiendo la rapidez con que en ese Tercer Poder se trabaja, y con qué medios, podemos pensar que “aunque las constantes vitales pasen un tiempo en trámite parlamentario”, el embarazo de esta criatura podrá interrumpirse cuando ya le haya salido la barba, o si es niña, cuando tenga su primera regla. O nunca, con lo que podría seguir su vida normal. Posiblemente alguien caiga en la cuenta de que las leyes de la vida son anteriores a las de cualquier democracia. La vida es anterior al parlamento. Y también posterior.
Son impagables. Presentan como nadie el latido y el sentir de la calle ante la realidad de cada día.
Voy a tratar de hacer justamente el camino inverso al de uno de los humoristas actuales. Voy a tratar de comentar simplemente una viñeta de uno de los humoristas de La Razón del día 6 de mayo de 2009.
El humorista Esteban pinta a un médico auscultando a una embarazada, con el estetoscopio sobre su vientre. El médico tiene abierto ante ella el Borrador de la Ley del Aborto. Le dice a la mujer: “El niño esta bien” “Ahora sus constantes vitales están en trámite parlamentario”.
Esa es la realidad actual, ni más ni menos. El gobierno ha aprobado enviar al parlamento el tema del que tanto se ha hablado y se hablará: el borrador del aborto. El aborto, que ahora se enmarca dentro de un proyecto global sobre derechos y salud sexual y reproductiva, ha sido envido al parlamento.
Mientras unos y otros se enzarzan y se tiran los trastos a la cabeza, acusándose de oportunismo, de lanzar cortinas de humo, de dividir, y de otras lindezas por el estilo, la vida de un feto en el seno materno sigue latiendo, ajena a la política. “El niño está bien”.
Sin comerlo ni beberlo, esa vida, ese “nasciturus” es el caballo de batalla. Las plataformas por el Derecho a Vivir y las feministas en general “nosotras decidimos.org “ , afilan sus argumentos. Las jóvenes a las que se les permite abortar sin consentimiento y conocimiento de sus padres, y éstos mismos padres, que reclaman sus derechos no están muy de acuerdo con la propuesta gubernamental. ¿Puede ser el aborto el último anticonceptivo?.
Este anteproyecto de ley da vía libre para poder abortar libremente hasta la semana 14, y en caso de alguna malformación hasta la 22. Para periodos posteriores, habría que escuchar los dictámenes de un consejo médico. Vida sólo a plazos.
Diga lo que diga la calle, el Parlamento es quien, en democracia tiene la última palabra. “ Ahora sus constantes vitales están en trámite parlamentario”, dice con razón el médico de la viñeta.
Independiente del trámite parlamentario, que se pretendía de urgencias, se ha insinuado una vía aún más lenta: interponer recurso ante el Constitucional. Si en 1985 El Tribunal Constitucional fallaba que el nasciturus es una vida independiente que debe ser protegida, y que el aborto sólo se admitiría de forma excepcional, podíamos estar ante una ley inconstitucional.
Pero sabiendo la rapidez con que en ese Tercer Poder se trabaja, y con qué medios, podemos pensar que “aunque las constantes vitales pasen un tiempo en trámite parlamentario”, el embarazo de esta criatura podrá interrumpirse cuando ya le haya salido la barba, o si es niña, cuando tenga su primera regla. O nunca, con lo que podría seguir su vida normal. Posiblemente alguien caiga en la cuenta de que las leyes de la vida son anteriores a las de cualquier democracia. La vida es anterior al parlamento. Y también posterior.
PUBLICADO en NUEVA ALCARRIA el 25 de mayo de 2009
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