No se entiende. Es una contradicción. Es un absurdo. Tal vez sea una muestra de lo mejor y lo peor de esta sociedad.
Por un lado España es el líder mundial en materia de donaciones (34,2 por cada millón de habitantes). Supera en más de 8 puntos la media de Estados Unidos y duplica la tasa media de Europa.
En el lado opuesto, España es el país europeo donde el número de abortos se ha disparado de forma alarmante. Los responsables de Sanidad, intentan bajar las estadísticas permitiendo, sin receta o control médico la Píldora del Día Después) (PDD). Mientras por otra parte desde otro Ministerio se permite el aborto libre en unos plazos concretos.
La buena noticia, se va diluyendo por dos razones: 1) por la disminución de los accidentes de tráfico, -magnífica noticia en sí- pero que disminuye las donaciones por éste concepto; (estas donaciones se han reducido en los 3 últimos años en un 50%, de 249 donaciones en 2005, se ha pasado a 129 en 2008); 2) las donaciones son de personas mayores.
Es revelador que el 44,4% de los donantes tiene más de 60 años. Lo cual indica que tenemos una población envejecida pero generosa y llena de vitalidad. Y para ser justos hay que añadir que los donantes extranjeros, habían pasado del 4, 6% en 2004, al 9,1% en 2008.
Resumiendo, el año pasado, según fuentes oficiales se practicaron en España 3.945 trasplantes, de un total de 1577 donantes. Lo que revela que, a pesar de la generosidad de donantes, aún somos deficitarios. Se necesitarían más. Se necesitarían casi el doble más de donaciones de órganos. Hay que ponerse en la situación de una persona enferma cuya vida está pendiente de un donante, para hacerse cargo de lo angustioso de la situación.
El contraste, para ese periodo 2008, en España se han superado los 112.000 abortos legales registrados.
Según los datos de Sanidad, el número de mujeres que abortaron después de superar las 20 semanas de gestación ha sido de más de 2000, aunque la gran mayoría se somete al aborto antes de las 12 semanas.
Puede destacarse que el grupo de menores de 20 años sigue su escalada y supera ya los 14.000 abortos anuales. Mientras que el grupo de menores de 15 años ha crecido y se sitúa por encima del 17% y llegó a 496 en 2008.
Todas las cifras y datos son oficiales. Esta estadística cálida de donaciones y terrible y fría de abortos es bueno que se ponga de relieve. Unos datos son como un espejo para los otros. Son pautas de conducta.
Quiere decir que somos capaces de lo mejor y de lo peor. De dar vida y de quitarla. Los números no mienten. Tendremos que pensar qué podemos hacer cada uno. Aquí no se puede echar la culpa ni a la iglesia, ni a la ideología. La estadística señala los hechos, y está en manos de la sociedad reflexionar sobre ella. Los analistas pueden interpretar los datos. Nadie puede decidir por ti, ni siquiera tus padres. Donar felicidad es donar vida. ¡Déjese guiar por el corazón, no por la cabeza!. El potencial que da forma a nuestro destino y a nuestra felicidad está en nosotros. Crece cuando se da.
PUBLICADO en EL HERALDO DEL HENARES el 8-10-09; El DIA, el 25-10-09
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