El debate en el Parlamento del proyecto de Bibiana no ha hecho más que empezar. Pero van dejando perlas de interés. Vamos a ver algunas
mientras, en la calle la sociedad civil se posiciona. El debate también continua fuera de las Cortes. Siguen apareciendo nuevas asociaciones, algunas exclusivamente de mujeres, defendiendo el derecho a la vida desde el inicio. Además un gran número de esas asociaciones han firmado ya un pacto y están trabajando y preparando una gran manifestación para el mes de octubre. ¡Ya hay fecha!.
No hay más que abrir los periódicos para darse cuenta del interés por la cuestión ya que la “nueva ley del aborto” pretende imponerlo en todos los centros sanitarios. Y por supuesto de forma gratuita. Se está imponiendo una ideología de género y una visión de la sexualidad que más que favorecer los derechos de la persona y los valores humanos, se anulan o se mercantilizan.
Los mismos profesionales están tomando posiciones. A parte de los firmantes del Manifiesto de Madrid, más de 1000, un ejemplo último lo tenesmos en el Colegio de Médicos de Madrid, que el pasado día 10 de junio, se ha declarado contrario a la ley de Bibiana, fundamentalmente en dos aspectos. El primero es el que defiende “la continuidad existente en la vida del ser humano desde su fecundación hasta su muerte”. Y en segundo lugar “el derecho de los padres a ser informados cuando una menor decide abortar”.
Pero volvamos al Parlamento, donde según los humoristas “tiene ahora el feto sus constantes vitales”.
El Diputado de Unión del Pueblo Navarro, declaró que si hay algún asunto que merece el máximo consenso es precisamente éste. Según Carlos Salvador : “cuando hablamos de abortar, hablamos de la posibilidad de eliminar una vida humana. Si hablamos de la vida hablamos de una reforma que afecta íntimamente a las personas y a los cimientos que sostienen el edificio de nuestra convivencia y a qué futuro queremos para nuestra sociedad”.
Se le recordó a la ministra que en la ley se margina al varón y que deben ser informados los padres, cuando se trate de la decisión de abortar de una menor.
La ministra que en su día, soltara la perla científica de “un ser vivo”, pero “no un ser humano dijo que:”ni la ley ni un juez podrán imponer su decisión sobre la mujer”.
¿Para qué la ley?. ¿Para qué los jueces?. ¿Para qué el varón progenitor?. ¿Para qué los padres?. Para nada. Es ella , Bibiana, quien dice: “me pregunto qué ventajas reporta eso”. Porque la mujer, incluida la de 16 años, está por encima, o al margen de la ley. Su decisión es la única ley. La única capaz de generar derechos y obligaciones a los demás. Nada de ley, porque no somos todos iguales ante la ley. La ministra no quiere que en nuestra sociedad se implante la ley de los países musulmanes “ donde se exige autorización expresa del marido”.
No va a retirar la ley. No sabe nada de hijas de 16 ni de conflictos de juventud, ni de crianza de los hijos, ni de educación de los mismos, ni del cariño y temblor con que los padres viven las etapas decisivas de la vida de sus hijos. Parece que lo único importante es que éstos hagan lo que quieran, como y cuando quieran. Y si hay “eso”, pues... al día siguiente píldora, y si eso falla... aborto libre.
Los varones, -encantados con la Ministra de Igualdad-, desde los ruedos seguirán lanzándole flores. Si hace falta después de la corrida, la sacarán a hombros. Ellos también están fuera de la ley, de la ley de la ministra, digo.
mientras, en la calle la sociedad civil se posiciona. El debate también continua fuera de las Cortes. Siguen apareciendo nuevas asociaciones, algunas exclusivamente de mujeres, defendiendo el derecho a la vida desde el inicio. Además un gran número de esas asociaciones han firmado ya un pacto y están trabajando y preparando una gran manifestación para el mes de octubre. ¡Ya hay fecha!.
No hay más que abrir los periódicos para darse cuenta del interés por la cuestión ya que la “nueva ley del aborto” pretende imponerlo en todos los centros sanitarios. Y por supuesto de forma gratuita. Se está imponiendo una ideología de género y una visión de la sexualidad que más que favorecer los derechos de la persona y los valores humanos, se anulan o se mercantilizan.
Los mismos profesionales están tomando posiciones. A parte de los firmantes del Manifiesto de Madrid, más de 1000, un ejemplo último lo tenesmos en el Colegio de Médicos de Madrid, que el pasado día 10 de junio, se ha declarado contrario a la ley de Bibiana, fundamentalmente en dos aspectos. El primero es el que defiende “la continuidad existente en la vida del ser humano desde su fecundación hasta su muerte”. Y en segundo lugar “el derecho de los padres a ser informados cuando una menor decide abortar”.
Pero volvamos al Parlamento, donde según los humoristas “tiene ahora el feto sus constantes vitales”.
El Diputado de Unión del Pueblo Navarro, declaró que si hay algún asunto que merece el máximo consenso es precisamente éste. Según Carlos Salvador : “cuando hablamos de abortar, hablamos de la posibilidad de eliminar una vida humana. Si hablamos de la vida hablamos de una reforma que afecta íntimamente a las personas y a los cimientos que sostienen el edificio de nuestra convivencia y a qué futuro queremos para nuestra sociedad”.
Se le recordó a la ministra que en la ley se margina al varón y que deben ser informados los padres, cuando se trate de la decisión de abortar de una menor.
La ministra que en su día, soltara la perla científica de “un ser vivo”, pero “no un ser humano dijo que:”ni la ley ni un juez podrán imponer su decisión sobre la mujer”.
¿Para qué la ley?. ¿Para qué los jueces?. ¿Para qué el varón progenitor?. ¿Para qué los padres?. Para nada. Es ella , Bibiana, quien dice: “me pregunto qué ventajas reporta eso”. Porque la mujer, incluida la de 16 años, está por encima, o al margen de la ley. Su decisión es la única ley. La única capaz de generar derechos y obligaciones a los demás. Nada de ley, porque no somos todos iguales ante la ley. La ministra no quiere que en nuestra sociedad se implante la ley de los países musulmanes “ donde se exige autorización expresa del marido”.
No va a retirar la ley. No sabe nada de hijas de 16 ni de conflictos de juventud, ni de crianza de los hijos, ni de educación de los mismos, ni del cariño y temblor con que los padres viven las etapas decisivas de la vida de sus hijos. Parece que lo único importante es que éstos hagan lo que quieran, como y cuando quieran. Y si hay “eso”, pues... al día siguiente píldora, y si eso falla... aborto libre.
Los varones, -encantados con la Ministra de Igualdad-, desde los ruedos seguirán lanzándole flores. Si hace falta después de la corrida, la sacarán a hombros. Ellos también están fuera de la ley, de la ley de la ministra, digo.
PUBLICADO en EL DIA el 14 de julio de 2009
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