martes, 27 de octubre de 2009

DE LA IGNORANCIA AL RECUERDO



En más de cien artículos, la mayoría publicados en la prensa, me he esforzado por indicar mi punto de vista sobre un tema controvertido como es el aborto. Es un ejercicio de responsabilidad ciudadana y está amparado por la libertad de expresión.
Hacer público mi punto de vista, no es imponerlo a nadie. El respeto a lo que otros piensen o decidan, si son abortistas o cooperantes necesarios para que la mujer que lo desee pueda abortar, se da por supuesto. El respeto a esas personas, y a las que han puesto, desde el 2008, el aborto como tema de discusión y de actualidad, no es suficiente razón para que yo no diga lo que pienso, o denuncie lo que crea que tengo que denunciar. Decir que alguien no dice la verdad, o que miente o le mueve en este tema un punto de interés, no es creerme más que nadie. Es simplemente saber lo que vale una vida, cuándo empieza y cuando acaba. Es verdad que así pensamos muchos. “Las fuerzas que se asocian para el bien no se suman, se multiplican”, diría Concepción Arenal. El 17 de octubre, en Madrid, se pudo ver.
No pertenezco a ningún partido. Soy libre también en este aspecto. No busco un interés económico con lo que digo. Ofrezco simplemente “mi” verdad de que hay alternativas; hay otros camino; y que no hay que “tragar con toda oficial ideología”. Es posible que lo que digo no sea políticamente correcto. Tampoco lo pretendo. Pero sí quiero decir, que si alguna vez tengo que mentar a la Ministra de Igualdad, o al Gobierno, o al PSOE, o a tal o cual personaje, no los tengo como enemigos. Como personas tienen todo mi respeto. Mi lucha, o mi alegato no va contra ellos, ni contra nadie. Va contra la ignorancia, la mentira, la indiferencia y la irresponsabilidad.
Una apersona que piensa, escribe o dice en voz alta lo que piensa y lo que cree, es simplemente alguien que vive y le importan los más desfavorecidos. Una persona así, creo también que merece un respeto. Puedo estar equivocado en algo o en algunas cosas. Busco la luz mientras camino cada día. Al final de la jornada espero saber y a conocer hoy , algo más que ayer, y siempre más y más profundamente. A veces la expresión de un punto de vista puede ser más o menos adecuada. Sería arrogancia no reconocerlo. Se puede discrepar. Aunque no acostumbro a polemizar con la descalificación, porque lo considero una pérdida de tiempo y de energías. Me declaro dispuesto a dialogar, y a debatir con quien tenga algo que decir. Para mí, eso siempre es enriquecedor. Se puede llegar a acuerdos, a coincidir en algo o no, pero con el respeto, se aprende siempre.
Cuando se habla de aborto, estamos hablando de un ser humano en camino que se pierde o se destruye. Pero se olvida a menudo, que todos en esta vida estamos en camino. Y que estamos aquí para algo. También la mujer con un embarazo inesperado, o no deseado. El aborto no es un derecho, es un mal. En muchos casos hay alternativas.
Pero, donde posiblemente más se haya perdido el norte, es olvidar que un ser humano es un alma con cuerpo. Que el alma o el espíritu no se mata, ni destruye. Que gracias a ella sobreviviremos en otra dimensión. Algunos llaman a eso, “cielo”, “más allá”, “otra vida”, etc. Y que ahí están o estarán nuestros seres queridos,-también los no queridos o no deseados-. Y también, algún día, antes o después, nosotros. Podemos encontrarnos con ellos.
Estamos estos días, de los difuntos o los santos, alimentando esos recuerdos o esa realidad. Se puede creer o no, pero aquí estamos “de paso”. Algunos han “pasado” a la otra vida, porque han muerto. A otros, les hemos “dado el pase”: IVE. ¿Qué mal hicieron?. ¿Y si no han muerto para siempre?. "No morimos cuando muere nuestro cuerpo físico. Una parte de nosotros sigue existiendo. Espíritu, alma conciencia" (Weiss). Quienes tienen fé de alguna manera están ya conectados. En la vieja Irlanda, la noche de Halloween el mundo de los vivos y los muertos se comunicaban. Los disfraces daban forma a esa creencia. No es bueno el miedo nunca. Tampoco a la otra vida.
Mi enemigo, repito, es el error y la ignorancia. Como dice el médico Brian Weiss “cuanto más ignorancia hay, menos luz se ve. El mal es una ignorancia profunda y una ausencia de luz casi total” (Los mensajes de los Sabios). Tal vez sea tiempo de pensar.
PUBLICADO en EL HERALDO DEL HENARES el 29-1o-2009; en EL DIA el 12-11-2009

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